El Foro Económico Mundial afirma que esta tecnología debe estar bajo el control de la élite global: ¿Es acaso eso una fuente de tranquilidad?
El artículo habla sobre la aplicación de la neurumodelación no invasiva en el campo de la medicina para el manejo de enfermedades como Parkinson, Alzheimer, migrañas e incluso para revertir trastornos cognitivos causados por algún tipo de lesión cerebral. Pero se pregunta igualmente sobre el uso potencial de la neuromodelación en manos equivocadas, lo que implica sin duda un escenario realmente aterrador.
¿Pero qué sucede si esta técnica para alterar nuestras ondas cerebrales escapa a la regulación y cae en las manos equivocadas? Imagine un régimen dictatorial con acceso a los trucos y herramientas para cambiar la forma en que los ciudadanos piensan o se comportan.
Ese es el campo de batalla ético en el que se encuentra Antoine Jerusalem, profesor de ciencias de la ingeniería en la Universidad de Oxford, mientras investiga el potencial de la tecnología de ultrasonido para hacer frente a las enfermedades y trastornos neurológicos.
Very fun interview on ultrasound neuromodulation for the @wef Annual Meeting of the Global Future Councils https://t.co/qUkhfowYxT
— Antoine Jerusalem (@JeruGroup) 7 de noviembre de 2018
Controlar el cerebro con ondas sonoras: ¿cómo funciona?
Si quieres deshacerte de las neuronas que se han vuelto locas, por ejemplo, en la epilepsia, es posible que desees aumentar la energía para matarlos esencialmente. Pero si desea promover o bloquear de manera selectiva la actividad neuronal, debe ajustar sus ondas de ultrasonido con cuidado.
En otras palabras, hay una diferencia entre la estimulación con ultrasonido utilizada para extraer el tejido y la neuromodulación con ultrasonido, que tiene como objetivo controlar la actividad neuronal sin dañar el tejido.
La neuromodulación con ultrasonido es algo que definitivamente funciona, pero que todavía no entendemos».
En resumen, Antoine Jerusalem dice que el control mental remoto es una tecnología increíblemente poderosa que tiene la posibilidad de curar enfermedades. Sin embargo, en las manos equivocadas, la tecnología puede tomar completamente el control del cerebro. En sus palabras, puede ser la «herramienta de control perfecta con la que despiadados controlan a los débiles».
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