También se han censurado obras de autores locales como Saud al Sanousi y Gibran Khalil.
En las librerías de Kuwait ya no se venderán cerca de 4 mil obras por “su peligro moral y subversivo”.
Encabezan la lista negra: Cien años de soledad y El amor en los tiempos del cólera de Gabriel García Márquez; 1984 y Rebelión en la granja de George Orwell; Los hermanos Karamázov de Fiódor Dostoyevski y Nuestra Señora de París de Victor Hugo, informó El Mundo.
«El ministerio de información cuenta con un comité de inspección que es el responsable de autorizar o denegar la difusión de los libros en Kuwait. Sus miembros están emitiendo prohibiciones indiscriminadamente con el argumento de que estos títulos tienen una influencia negativa en la decencia pública», explicó a El Mundo Fátima al Matar, una profesora de derecho de la universidad de Kuwait que lidera las protestas que actualmente se han realizado durante la Feria del Libro en el país de la península Arábiga.
En la Feria del Libro de Kuwait, que concluye este próximo fin de semana, 948 obras fueron retiradas tras su revisión de rigor.
También se han censurado obras de autores locales como Saud al Sanousi, Bozaina al Essa, Abdalá Al Bosais, Gibran Khalil, así como obras de ciencias, literatura, filosofía, teología, historia, política e incluso libros infantiles como La Sirenita, por su portada explícita.
El comité, formado por seis censores en lengua árabe y otros seis en inglés, ha prohibido la obra cumbre de García Márquez porque relata el instante en el que Úrsula ve desnudo a su hijo José Arcadio y descubre su virilidad.
Ante esto, algunos escritores locales han presentado una propuesta de reforma de la ley de publicaciones, pero no ha sido sometida a votación.
Desde el Ministerio de Información se han negado a poner en circulación las ediciones secuestradas y sustituir al comité de censores porque aseguran que se limitan a cumplir la ley», dijo Al Matar.
Fátima al Matar concluyó que el gobierno no puede inmiscuirse en lo que leen porque «es una libertad sagrada, pero si se salen con la suya y acaban creyendo que prohibir libros está bien, mañana se crecerán y nos usurparán otros derechos y libertades».
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