El audio corresponde a una llamada telefónica de octubre de 1971, cuando Nixon era presidente de EU y Reagan gobernador de California.
En un artículo publicado en la revista The Atlantic , el profesor de historia de la Universidad de Nueva York, Tim Naftali, escribe que la conversación tuvo lugar un día después de que la ONU votara para reconocer al gobierno comunista de China.
Miembros de la delegación de Tanzania celebraron la decisión bailando en la Asamblea General. Eso enfureció a Reagan, quien llamó a Nixon para decirle que pensaba que Estados Unidos debería «largarse» de la ONU, lo que llamó una «cancha de canguros».
Reagan le pedía a Nixon ver en televisión a «esos monos de países africanos, malditos sean, que todavía se sienten incómodos usando zapatos». La reacción de Nixon fue echarse a reír tras escuchar el comentario.
Reagan estaba furioso porque las delegaciones de África no se alinearon con la posición de Estados Unidos, que buscaba que se reconociera a Taiwán como un Estado independiente. Ante la decisión de la ONU, miembros de la delegación de Tanzania comenzaron a bailar.
Luego Nixon utilizó esa frase de que «the tail wags the dog», usada para describir una situación en la que una persona u organización importante o poderosa, está siendo controlada por alguien o algo que es mucho menos importante o poderoso, con lo que Reagan estuvo de acuerdo.
Naftali, quien trabajó como director de la Biblioteca Presidencial de Nixon de 2007 a 2011, dijo que los Archivos Nacionales publicaron por primera vez la grabación de la conversación entre Nixon y Reagan en el 2000, pero que la parte anterior de la charla se cortó para «proteger la privacidad de Reagan».
La grabación se puede escuchar o descargar en el sitio web del Museo y Biblioteca Presidencial Richard Nixon .
Aunque algunos críticos han formulado cargos de racismo contra Reagan por algunas de sus políticas, como su apoyo al gobierno sudafricano bajo el apartheid, esta conversación con Nixon parece ser uno de los casos documentados de Reagan haciendo una declaración tan abiertamente ofensiva.
Al margen de Reagan, las conversaciones de Nixon están llenas de comentarios racistas y despectivos. Naftali documenta cómo Nixon «creía en una jerarquía mucho más alta de las razas blanca y asiática, en relación a las personas de ascendencia africana y latina».
Comentarios injustificables
Patti Davis, hija de Reagan, condenó los comentarios de su padre.
«No hay defensa, no hay racionalización, no hay una explicación adecuada para lo que dijo mi padre», escribió Davis en The Washington Post.
«Inmediatamente quise regresar el tiempo antes de escuchar la voz de mi padre diciendo esas palabras».
También escribió que esas palabras se quedarían con ella «para siempre», que si su padre estuviera vivo «habría pedido disculpas» y que espera que la gente lo pueda perdonar.
Reagan siempre negó cualquier insinuación de que fuera racista.
Reagan y Nixon están lejos de ser los únicos ocupantes de la Casa Blanca que han hecho comentarios racistas. Peor aún, la mayoría de los presidentes del país antes de la Guerra Civil eran dueños de esclavos mientras estaban en el cargo. Incluso los escritos de Abraham Lincoln muestran una creencia en la superioridad de la raza blanca.
La publicación de los comentarios de Reagan en su conversación con Nixon, se produce justo cuando el presidente Donald Trump enfrenta a acusaciones de racismo por sus mensajes publicados en Twitter diciéndole a cuatro congresistas que «regresen a los «lugares infestados de delitos de los que vinieron». Trump se refirió también a la ciudad de Baltimore, en su mayoría habitada por afroamericanos, como un «desastre repugnante, infestado de ratas y roedores» donde «ningún ser humano querría vivir».
Entre Noticias/The Atlantic