Los integrantes de la Delegación fueron atacados cuando llegaron al aeropuerto de Santa Cruz, en Bolivia, por simpatizantes del gobierno de facto.
Entre los enumerados por la Delegación, los casos más graves de violación a los derechos humanos se perpetraron en la masacre de Sacaba, en Cochabamba, donde murieron seis personas. Según el informe, allí hubo también “centenares de heridos y detenciones arbitrarias tras el accionar de las Fuerzas Armadas”. También en la masacre de Senkata, en la ciudad de El Alto, en donde hubo nueve muertos, “personas desaparecidas, centenares de heridos y detenciones arbitrarias”.
Con respecto a la denuncia por desapariciones forzadas, el informe de la Delegación sostiene que existen numerosos casos de personas que se suponen detenidas en dependencias estatales “pero cuyos familiares no han podido contactarlas y sobre quienes el gobierno de facto no ha facilitado información respecto de su paradero”.
“Esta delegación logró constatar situaciones de tortura en espacios públicos y dependencias estatales. Asimismo, constatamos diversos casos de violaciones y abusos sexuales graves propiciados por integrantes de las fuerzas armadas y de seguridad”, sostiene el informe. Las conclusiones fueron documentadas a través de testimonios ya sea con víctimas o testigos.
Los integrantes de la Delegación fueron atacados cuando llegaron al aeropuerto de Santa Cruz, en Bolivia, por simpatizantes del gobierno de facto. También fueron demorados por la Policía y luego amenazados por el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, quien dijo que había “extranjeros que están llegando al país a tratar de incendiar el país”. A los integrantes de Delegación les advirtió que “anden con cuidado” porque “los estamos mirando, los estamos siguiendo”.
El texto completo del informe: Página 12
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