Rocío trabajaba como vendedora de cosméticos, no tiene historial criminal. Sin embargo le ordenaron salir del país debido a su historial de deportaciones anteriores.
Rocío rezó por un milagro mientras la atención de los medios de comunicación en torno a su caso se intensificaba, reporta el diario Los Angeles Times, sin embargo la madre del oficial de inteligencia del Ejército estadounidense fue deportada el jueves a Tijuana.
«Estoy sorprendido por la forma en que manejaron esto. Que los sacrificios que mi madre y yo hicimos por mi país fueron en vano», dijo el oficial de inteligencia militar sin poder creer lo que había ocurrido con su madre.
El pasado jueves 2 de enero recibió la llamada que tanto temía: era su madre que lo llamaba entre llantos desde México para avisarle que había sido deportada. El caso de Gibran acaparó la atención de los medios cuando regresó a Estados Unidos durante sus vacaciones para pasar lo que él presagiaba que podría ser la última Navidad con su madre.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas dijo que Rocío Rebollar Gómez fue deportada tras haber agotado todas las salidas legales para que pueda quedarse.
Se supo también que la madre del soldado norteamericano había sido deportada hasta en tres ocasiones y había ingresado nuevamente al país burlando las disposiciones de los jueces que ordenaron su expulsión de Estados Unidos.
Su hija, Karla Cruz, explicó que su madre había regresado luego de haber sido deportada para mantener la unidad dentro de su familia y consideró que no era justo el trato que estaba recibiendo pese a ser familiar directa de un integrante del Ejército estadounidense.
El día que fue deportada, Rebollar Gómez llamó a su familia desde México. Este evento fue televisado y dejó dolorosas imágenes.
«Solo pido la oportunidad de que me dejen quedarme con mi familia, que no nos separen», dijo Rebollar Gómez en español poco antes de su cita para autodeportarse el jueves pasado por la mañana. «Me están separando de mi familia para siempre. No tengo esperanza de verlos después».
El hijo de Rebollar Gómez no puede viajar a países extranjeros sin el permiso militar correspondiente, proceso largo y complicado. Ni su hija menor, ni sus nietos, tienen pasaportes, por lo que la pasada Navidad y el año nuevo han sido amargos e infelices para toda esta familia de origen mexicano.
Platón: «La peor forma de injusticia es la justicia simulada».
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