Fue presidente de México desde el 1 de diciembre de 1970 al 30 de noviembre de 1976 y su gobierno estuvo marcado por un acentuado estatismo, la guerra sucia contra movimientos sociales y represión contra la prensa, así como una obsesión por llegar a la ONU.
Echeverría fue Secretario de Gobernación de su antecesor Gustavo Díaz Ordaz y responsable de la masacre de Tlatelolco en 1968 y también de El Halconazo del 10 de junio de 1971, así como de la sistemática «guerra sucia» contra movimientos sociales y armados surgidos en esa época.
Aunque el expresidente Gustavo Díaz Ordaz asumió en sus memorias la responsabilidad por la represión y masacre de estudiante de 1968, no asumió la culpabilidad, la cual, según él, compartían Echeverría y otros funcionarios de su Gobierno.
A fines de 1971, Echeverría decretó la prohibición de prácticamente todo tipo de música de Rock grabada por grupos nacionales así como su venta y difusión. La prohibición se mantuvo hasta ya entrada la década de 1980.
Todo lo anterior opacó su activismo internacional y sus muestras de solidaridad por perseguidos políticos de los regímenes militares de Sudamérica a quienes otorgó asilo en México.
Echeverría estudió Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde fue catedrático de Teoría General del Estado.
En 1946 se inscribió en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), donde ocupó varios cargos como Oficial Mayor del Comité Ejecutivo Nacional (CEN).
También se le considera el cerebro del golpe al diario Excélsior, cuyo director Julio Scherer fue echado en 1976 por un movimiento vinculado con el gobierno.
A nivel internacional, ejerció un gobierno cercano a otros presidentes de América Latina como Salvador Allende, en Chile, y Carlos Andrés Pérez, en Venezuela, con quien promovió en 1975 la fundación del Sistema Económico Latinoamericano (SELA).
Después de dejar la Presidencia, Echeverría se mantuvo activo en la Administración pública como embajador de México ante la Unesco en París hasta 1979 y como representante diplomático itinerante en Australia y Nueva Zelanda.
A Echeverría Álvarez se le acusó de la Masacre de Tlatelolco en 1968 cuando era secretario de Gobernación y de la del Jueves de Corpus en 1971 ya como mandatario y por genocidio en la guerra sucia. Por su edad, no pisó la cárcel y estuvo bajo prisión domiciliaría hasta que al final fue exonerado por los tribunales.
Luis Echeverría Álvarez estuvo casado con María Esther Zuno Arce con quien tuvo ocho hijos, 19 nietos y 14 bisnietos.
Redacción Entre Noticias | evr
