El próximo domingo, cuando los Kansas City Chiefs y los San Francisco 49ers comiencen en el estadio Hard Rock de Miami (EE.UU.) el partido para definir el campeón del Super Bowl 2020, 140.000 toneladas de aguacate habrán llegado a Estados Unidos para acompañar el evento deportivo.
El secretario de Desarrollo Rural, Rubén Medina Niño, explicó que esta es una cifra récord que supera las 120.000 toneladas que se consumieron durante el Super Bowl 2019, y que, de acuerdo con las expectativas del gobierno y de los productores, seguirá creciendo debido a la popularidad del aguacate en general y del guacamole en particular, ya que es el platillo de la gastronomía mexicana que más se ha internacionalizado.
La fruta es la estrella de la agricultura nacional, ya que, con sus 400 variedades, México es el líder absoluto en exportaciones de aguacate. En la última década, su valor aumentó un 400 % debido a la alta demanda en 26 países, principalmente Estados Unidos, Países Bajos y Francia. Por eso, el 54 % de la producción se vende a otros países y genera ganancias anuales por 2.500 millones de dólares.
El mercado es tan exitoso que, de acuerdo con el informe Planeación Agrícola Nacional de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, en 2030 los ingresos aumentarán a 4.655 millones de dólares.
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— APEAM, A.C. (@apeamac) January 31, 2020
Con respecto a Estados Unidos, más allá del Super Bowl, el aumento de la demanda es constante todos los años, en todas las temporadas. Para el ciclo 2019-2020, la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México (APEAM) envió más de un 1,4 millones de toneladas, lo que implicó un aumento del 5,23 % con respecto al periodo anterior.
La producción de aguacate, una fuente de ingresos para los cárteles
Las ventas no paran de crecer. Pero tampoco la violencia, porque la guerra contra el narcotráfico que comenzó en 2006 en lugar de reducir el número de cárteles, los multiplicó. Los criminales diversificaron sus negocios y encontraron en la pujante producción de aguacate una fuente de ingresos.
Michoacán, el estado en donde se cultiva el 77 % del aguacate mexicano, es una de las principales víctimas. Decenas de organizaciones criminales de diverso tamaño se disputan las extorsiones y secuestros a los productores agrícolas, entre ellas el Cártel Jalisco Nueva Generación, Nueva Familia Michoacana y el Cártel de Tepaltepec, que les cobran cuotas de entre 25.000 y 100.000 dólares mensuales a cambio de no dañar o robar los cultivos. Para dejarlos trabajar.
El resultado ha sido un incremento de la violencia en la región que se traduce en el robo de cargamentos que luego son revendidos en el mercado negro, amenazas, raptos exprés o de larga duración, personas asesinadas tiradas en las carreteras o cuerpos desmembrados colgados de puentes.
La reacción de los productores ha sido reforzar el cuidado en los campos con guardias armados y la custodia de los camiones con el valioso cargamento. Y las denuncias.
El año pasado, por ejemplo, la APEAM, la Unión de Empacadores y Comercializadores de Aguacate de Michoacán (Udecam) y la Asociación de Empacadores de Peribán denunciaron en un desplegado que a diario pierden un promedio de cuatro camiones en su camino de las huertas al área de empaque, lo que provoca pérdidas económicas y un impacto en general en la producción y los precios.
La violencia, los riesgos y las amenazas persisten. Pero es posible que de ello nada sepan las millones de personas que, guacamole y nachos en mano, dentro de dos días celebrarán cada ‘touchdown’.
Redacción Entre Noticias | RT | evr