Una visión general del asentamiento de Har Homa, en el sur de Al-Quds (Jerusalén), 20 de febrero de 2020. (Foto: AFP)
España, preocupada por los recientes anuncios de Israel sobre la construcción de nuevos asentamientos en Cisjordania, exige a Tel Aviv detener tales medidas.
“Como hizo en su comunicado del 23 de febrero, el Gobierno de España urge al Gobierno israelí a no autorizar nuevos asentamientos”, ha indicado el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en un comunicado publicado este sábado.
Madrid ha expresado su preocupación por el plan del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunciado el 25 de febrero, para levantar otras 3500 viviendas ilegales en el corredor E-1, una polémica zona de la ocupada Cisjordania (de ella depende la integridad territorial de un futuro Estado palestino).
Según el texto, el Gobierno español considera que estos asentamientos, según el Derecho Internacional, son ilegales y “constituyen una seria amenaza para la solución de dos Estados del conflicto israelo-palestino, al hacer inviable un futuro Estado palestino”.
El Gobierno español, en otro comunicado, condenó el pasado domingo el anuncio de Netanyahu sobre que esperaban construir 5000 nuevas viviendas en dos nuevos asentamientos israelíes en Al-Quds (Jerusalén).
Para España, en la actual coyuntura, este tipo de actos unilaterales alejará aún más las posibilidades de una negociación entre israelíes y palestinos, y por eso, la coalición del Gobierno de España, conformada por Podemos y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), reforzaron la campaña de boicot a Israel. Un total de 58 ayuntamientos españoles se sumaron a la campaña Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) a Israel, tal y como reportaron el 14 de febrero los medios locales.
El Gobierno de Estados Unidos, con su plan anti-Palestina conocido como el ‘acuerdo del siglo’, ha ignorado todos los derechos legítimos de los palestinos, al establecer que la ciudad palestina de Al-Quds pase a convertirse en la capital israelí, reconocer la soberanía de Israel sobre el valle del Jordán y los asentamientos ilegales en Cisjordania, y exigir un Estado palestino desmilitarizado.
Más de 600 000 colonos israelíes viven en más de 230 colonias ilegales erigidas en los territorios ocupados de Palestina desde la guerra de los Seis Días en 1967, incluidas la ciudad de Al-Quds y las presentes en la ocupada Cisjordania.
La expansión de estas viviendas ilegales se ha acelerado en los últimos años bajo el impulso de Netanyahu y de su aliado en EE.UU., el presidente Donald Trump, que, con su polémico plan anti-Palestina, anima al régimen israelí a ocupar más territorios palestinos.
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