«Esta pandemia tendrá inevitablemente un enorme impacto en la economía, en el comercio y, por consiguiente, en los empleos y el bienestar de las personas», señaló Azevêdo en un vídeo grabado en casa y publicado en el sitio web de la OMC.
Las proyecciones recientes, según él, apuntan a «una recesión económica y pérdidas de puestos de trabajo peores que las de la crisis financiera mundial de hace más de una década».
Economistas de la OMC, que están ultimando estos días las previsiones que se darán a conocer dentro de algunas semanas, pronostican «una disminución muy pronunciada del comercio», avanzó.
Azevedo valoró en términos positivos los incentivos fiscales y monetarios que los Gobiernos de diferentes países ponen en marcha estos días para paliar el impacto del COVID-19 y asegurar la recuperación.
«La coordinación de los esfuerzos aumentaría nuestro poder colectivo para luchar contra la recesión», subrayó.
El director general de la OMC insistió en una respuesta global a la pandemia.
«Ningún país es autosuficiente, no importa cuán poderoso o avanzado sea. El comercio es lo que permite la producción eficiente y la provisión de bienes y servicios básicos, suministros y equipos médicos, alimentos y energía que todos necesitamos Mantener el comercio y las inversiones fluyendo será crucial para mantener los estantes llenos y los precios asequibles», manifestó.
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