Cuba anunció el 7 de abril el envío de personal médico a México en calidad de apoyo en el contexto cada vez más agudo de lucha que libra el país norteamericano contra el coronavirus.
Esto supone un contraste con lo visto en los últimos años, cuando el país latino no ha formado parte de los programas de cooperación que muchos otros gobiernos afines a Cuba tienen con la isla y por los que esta envía especialistas médicos. Dichas prácticas se generalizaron después de que en 2014 los sanitarios cubanos ganaran prestigio tras la lucha contra el ébola en África.
El envío de ayuda se llevará a cabo a pesar de todas las trabas puestas por la administración de Trump para que los gobiernos latinoamericanos no solicitaran ayuda cubana, y se sumará a los envíos ya realizados de unos 600 doctores, enfermeros y técnicos de laboratorio en las dos últimas semanas a 15 países (incluidos Italia, Andorra, Venezuela, Nicaragua y otros).
En Latinoamérica y en la región del Caribe ya hay más de 37.540 contagiados, incluidas al menos 1.460 víctimas mortales. La Organización Panamericana de la Salud informó el 7 de abril de que el pico de la enfermedad podría llegar a la región dentro de entre tres y seis semanas, por lo que los países deben reforzar sus medidas.
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