El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, mostró documentos de un plan de la derecha para sacarlo del poder en 2022 mediante la revocación de mandato.
En el documento, que de acuerdo con López Obrador fue entregado en Palacio Nacional «seguramente por un simpatizante que debe estar hasta trabajando» para sus adversarios políticos, se muestra un plan denominado Rescatemos a México, que buscaría conformar un Bloque Opositor Amplio (BOA) para destituir al mandatario y ponerle fin a su proyecto de la Cuarta Transformación (conocido en México como la 4T).
La estrategia, dividida en dos ejes, pretende conformar dicho Bloque Opositor Amplio aglutinando a los partidos opositores (PRI, PAN, MC, PRD) con el apoyo de medios de comunicación, comunicadores afines, organizaciones empresariales.
Entre los promotores y actores del Bloque Opositor destacan organizaciones como el Consejo Coordinador Empresarial, Coparmex, Grupo Monterrey, Consejo Nacional Ciudadano, y los expresidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, entre otros.
La segunda parte de la estrategia, pretendería ganar mayoría en la Cámara de Diputados durante las elecciones de 2021, para cerrar «la llave del presupuesto a la 4T» y bloquear «las reformas legislativas lesivas». A partir de ahí, el plan contempla impulsar la revocación de mandato de López Obrador en 2022.
#ConferenciaPresidente. Presentan un documento confidencial de un presunto Bloque Opositor Amplio (BOA) para desplazar a Morena y al gobierno actual en las elecciones del 2021. pic.twitter.com/ffoGXoWuVH
— Jenaro Villamil (@jenarovillamil) June 9, 2020
El Plan de Acción incluye la propuesta de que los partidos opositores nominen a candidatos únicos en los distritos electorales de mayor rentabilidad. También se buscaría que los gobernadores de los estados donde mandan partidos de oposición, se integren en el BOA y «apadrinen» a los candidatos propuestos por el frente.
La derecha también procuraría seleccionar jóvenes y mujeres «identificados con los valores empresariales de libre mercado» para promoverlos como candidatos, apoyándose en egresados de universidades privadas.
El discurso del BOA se centraría en dos ejes: desempleo e inseguridad, lo cual incluye «responsabilizar a la presidencia de AMLO y la 4T del ahondamiento de estos males del país».
El plan también prevé «la contratación de grupos de redes sociales, influencers y analistas para insistir sobre la destrucción de la economía, de las instituciones democráticas y el autoritarismo político del gobierno de la 4T», así como impulsar «desde ahora», campañas en medios de comunicación y redes sociales cuestionando los resultados de gobierno.
Campaña en el extranjero
El plan también prevé extender la campaña contra el Gobierno mexicano en el extranjero, principalmente en EU.
Esto incluye un «cabildeo del bloque en Washington (Casa Blanca y Capitolio) para destacar el daño que está haciendo a las inversiones norteamericanas el gobierno de la 4T».
Con ello, se buscaría convencer a políticos estadounidenses del peligro que representaría la continuidad del proyecto lopezobradorista.
«Más que compararlo con Venezuela, BOA debe subrayar la altísima migración masiva de mexicanos hacia EE.UU. si se profundiza la crisis de desempleo e inseguridad», apunta el apartado ocho de la estrategia.
Asimismo, se contempla «replicar esta narrativa en la prensa norteamericana y europea».
La estrategia también intentaría resaltar el distanciamiento de López Obrador frente a su partido, Morena.
También se pretende desplegar una estrategia para potencializar la opinión de los analistas de derecha, al promover «conferencias con los principales analistas, columnistas y críticos de la 4T; especialmente de Nexos, Proceso, Reforma, El Universal, Milenio, El Financiero, El Economista».
La reacción de AMLO
En este sentido, López Obrador dijo ya estar acostumbrado a este tipo de estrategias de sus adversarios, luego de que en 2006 los grupos empresariales orquestaran una campaña para imponer a Felipe Calderón en la presidencia de México, en un episodio que muchos analistas calificaron como un fraude electoral.
En los años posteriores, López Obrador acusó campañas similares por parte de sus adversarios políticos, como ocurrió en las elecciones presidenciales de 2012 donde terminó siendo nombrado como presidente Enrique Peña Nieto, al mismo tiempo que Obrador acusó fraude mediante la inyección ilegal de dinero a las campañas del PRI. Una acusación que se confirmaría años después en casos como la llamada «Operación Safiro», en la cual se documentó una estrategia masiva de desvío de dinero público con fines electorales.
Para las elecciones presidenciales de 2018, el historiador Enrique Krauze fue acusado de promover la llamada Operación Berlín en la que se pretendía vincular a López Obrador con la llamada «trama rusa».
«Es que ya ahora las cosas se saben antes de que sucedan», señaló el presidente López Obrador tras presentar el documento.
A lo largo de la crisis social por la epidemia de covid-19, el Gobierno de México ha salido a desmentir una serie de noticias falsas difundidas en redes sociodigitales con el propósito de generar una percepción negativa hacia la administración de López Obrador.
En días recientes, López Obrador generó polémica en México al pedirle a la gente definirse y tomar postura a favor o en contra de su Gobierno.
«Qué bueno que se definan, nada de medias tintas, que cada quien se ubique en el lugar que corresponde, no es tiempo de simulaciones, o somos conservadores o somos liberales, no hay medias tintas», aseguró el titular del Ejecutivo de gira por Minatitlán, Veracruz, el domingo 7 de junio.
Conferencia de prensa del martes 9 de junio, 2020
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