El presidente de Irán, Hasan Rohani (dcha.), y su par chino, Xi Jinping, en Teherán, capital persa, 23 de enero de 2020.
China e Irán han redactado un borrador de acuerdo de 25 años sobre la cooperación integral en muchos sectores, incluida la economía y seguridad.
De concretarse, el acuerdo hará que China invierta alrededor de 400 mil millones de dólares en los sectores de energía e infraestructura de Irán durante un período de 25 años. A cambio, Teherán garantizaría un suministro estable de productos energéticos clave para el lado chino.
La hoja de ruta también incluye algunos términos específicos sobre la expansión de la seguridad y la cooperación militar entre los dos países.
Un artículo, publicado el sábado en el diario estadounidense The New York Times, considera el ‘Programa de Asociación Integral Irán-China’ “un duro golpe a la política agresiva de la Administración (del presidente estadounidense, Donald) Trump hacia Irán desde que abandonó el acuerdo nuclear alcanzado en 2015” con Irán.
La enorme inversión china en los proyectos energéticos y de infraestructura de Irán socava además, según NYT, “los esfuerzos de la Administración Trump para aislar al Gobierno iraní”.
El documento también describe la profundización de la cooperación militar. Exige entrenamiento y ejercicios conjuntos, investigación conjunta y desarrollo de armas e intercambio de inteligencia, todo para combatir “la batalla desigual con el terrorismo, el tráfico de drogas y de personas y los crímenes transfronterizos”.
El artículo dice que, de ponerse en práctica, la asociación entre Irán y China “crearía nuevos puntos de inflamación y potencialmente peligrosos en las relaciones” cada vez más tensas entre China y Estados Unidos.
Desde que EE.UU. se retiró del pacto nuclear en 2018, ha reimpuesto los embargos a Irán que se habían levantado en virtud del acuerdo. Desde entonces ha amenazado con sancionar a cualquier país que haga negocio con Irán.
Con estos embargos, EE.UU. busca “reducir a cero” las exportaciones de petróleo de Irán, y el acuerdo de asociación entre Teherán y Pekín frustrará este intento estadounidense.
El artículo agrega que China está aprovechando el “aislamiento internacional” y la actual situación débil de EE.UU. —debido a la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19— para hacer frente a las presiones y sanciones estadounidenses a Irán.
“El borrador del acuerdo con Irán muestra que, a diferencia de la mayoría de los países, China siente que está en posición de desafiar a Estados Unidos, lo suficientemente poderoso como para resistir las sanciones estadounidenses, como lo ha hecho en la guerra comercial librada por el presidente Trump”, prosigue el editorial.
El NYT concluye diciendo que el ‘Programa de Asociación Integral Irán-China’ que eleva las relaciones entre Teherán y Pekín en posición de “socios estratégicos”, es un gran desafío para EE.UU. y su política de “máxima presión” hacia la República Islámica.
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