La presidenta de facto de Bolivia, Jeanine Áñez, y su compañero de fórmula, Samuel Doria, anunciaron este jueves que se retirarán de la contienda para las elecciones generales del 18 de octubre.
La mandataria, que asumió el poder tras el golpe de Estado que derrocó a Evo Morales en noviembre pasado, afirmó que tomó la decisión «por el bien mayor», ya que busca la unidad de los espacios de centro derecha para evitar que el Movimiento al Socialismo (MAS) pueda ganar en primera vuelta, tal como marcan las encuestas.
«Si no nos unimos, vuelve Morales», aseguró Áñez en un mensaje oficial que fue televisado y compartido desde sus redes sociales.
La mandataria de facto afirmó que su determinación no implica un compromiso sino «un honor». «Lo hago ante el riesgo de que se divida el voto democrático. Lo hago por la unidad de los que amamos la democracia. Para ayudar a la victoria de los que no queremos la dictadura», aseguró.
En su breve discurso, la exdiputada le pidió «a quien vaya a ser el candidato democrático para enfrentar al MAS» que conserve «algunas cosas importantes» de su «legado», entras las cuales mencionó «la pacificación, la estabilidad económica y el 10 % del presupuesto para salud».
Por lo demás, la presidenta de facto dijo que continuará en sus funciones hasta la instalación del nuevo mandatario electo.
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