En la conferencia matutina de este jueves se abordó el tema de los derechos humanos, tocándose el tema de un par de casos en los que hubo violación de estos a ciudadanos por parte de las autoridades.
Uno de estos casos es la historia de la señora Ernestina Ascencio de 73 años de edad, originaria de Tetlatzingo, municipio de Soledad Atzompa, en el estado de Veracruz. Hace 13 años falleció tras ser encontrada tirada en un punto de su localidad.
“Por declaraciones de sus familiares, (sabemos que) fue atacada por elementos del Ejército mexicano que incurrió en violación en agravio a su persona”, declaró el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas.
Todo ocurrió en el contexto de un campamento que montó el Ejército, la noche del 24 de febrero de 2007, en dicha comunidad. Cabe señalar que aunque aún no arrancaba el programa “México Seguro”, los militares ya patrullaban las zonas indígenas de esa entidad; seguido eran acusados de cometer abusos contra mujeres y niñas en la Huasteca.
Al día siguiente el 25 de febrero, contó Encinas, al ver que los borregos que su mamá pastoreaba regresaron solos, la hija de Ernestina fue a buscar a su madre. La encontró tirada. Le preguntó qué le había pasado a lo que ella contestó: “los soldados se me echaron encima, m’hija me duele la cadera”.
Ernestina falleció en un hospital del municipio de Mendoza, la madrugada del 26 de febrero. El personal ginecológico del nosocomio reportaron en Ernestina presencia de lesiones correlativas con violación vaginal y anal. Incluso, señaló Encinas según la versión de la familia, sus agresores le introdujeron vía anal un objeto punzocortante que le destrozó el riñón, el hígado y el intestino.
Además subrayó que esa versión fue confirmada por la entonces Procuraduría General de Justicia de Veracruz.
“Sin embargo, de manera posterior, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) realizó una investigación y exhumó el cuerpo, llegando a la conclusión de que por las evidencias se encontró que la señora Ernestina había fallecido, y lo voy a citar textualmente, ‘por las alteraciones tisulares y viscerales consecutivas a anemia aguda por sangrado de tubo digestivo secundario a úlceras gástricas, pépticas, agudas, en una persona que cursaba con una neoplasia hepática maligna un proceso neumónico en etapa de resolución isquemia intestinal y trombosis mesenteril’. Cierro la cita”
En palabras del expresidente Felipe Calderón, refirió Alejandro Encinas, la señora Ernestina murió de gastritis crónica.
Entonces, el subsecretario de Derechos Humanos refirió que para el actual gobierno es inaceptable esa postura. Además rechazó estar de acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)–esta semana se pronunció en mismo sentido que la versión de Calderón– por lo que el próximo 3 de enero presentarán un informe ante ese organismo.
En ese documento se establecerá que la ahora Fiscalía General de Justicia de Veracruz “abrirá de nueva cuenta las indagatorias hasta agotar todas las líneas de investigación, a fin de garantizar la verdad, la justicia y la reparación integral para las víctimas (…) a fin de alcanzar con los familiares de las víctimas una solución amistosa, que permita atender a fondo esta denuncia que, por ejecución extrajudicial y violencia contra la mujer, presentaron los familiares de la señora Ernestina Ascencio para resolver de fondo este hecho y garantizar justicia, no repetición y la reparación integral del daño”, abundó Encinas.
El medio Pie de Página ya documentaba que el médico legista Juan Pablo Mendizábal, quien le practicó la necropsia a Ernestina, ha sostenido la mujer indígena fue agredida sexualmente y que fueron Felipe Calderón y Fidel Herrera, entonces gobernador de Veracruz, quienes acordaron modificar la versión de los peritos.
“Ernestina fue agredida sexualmente. Por todos los indicios que se encontraron, por todos los hallazgos físicos, los desgarres, el antígeno prostático encontrado en el recto y la vagina es exclusivo de los hombres. Todas esas cosas en conjunto fueron determinantes para estar completamente seguros de la agresión sexual de la señora Ernestina”, citaba dicho medio al médico, cuya versión coincide con lo dicho por los familiares de la víctima. “Fue violada por tres personas”, también señaló explicando que se encontraron cromosomas de al menos tres personas en el cuerpo de la señora.
Y es que la procuraduría veracruzana y el mismo gobernador Herrera en un principio coincidían con investigar la presunta violación por parte de militares a Ernestina. Pero luego –según el perito ya mencionado– cambiaron la versión por órdenes de Felipe Calderón, en un evidente intento por no manchar la imagen del Ejército, en el que se estaba apoyando mucho en su guerra contra el narcotráfico.
Pablo Mendizábal se negó a cambiar el dictamen. Entonces, dos años antes de jubilarse, fue cesado de su puesto porque supuestamente había reprobado los exámenes de confiabilidad.
Precisamente, el periodista Ricardo Raphael se refería este jueves a los que sí aceptaron modificar el dictamen. “Los médicos forenses han sido cómplices de la tortura en el caso de Ernestina Ascencio. Sin esta conducta, hace tiempo se habría obtenido justicia”.
Mientras que su colega Sergio Aguayo advirtió que todo este caso no solo se debe juzgar a los soldados que la violaron o a los mandos que lo protegieron “sino a todo el gobierno de Felipe Calderón y a la CNDH, presidida por José Luis Soberanes”.
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