Unidades militares con vehículos blindados entraron a la plaza Al Nur, donde centenares de personas estaban apedreando el ayuntamiento y a los agentes del orden.
El Ejército del Líbano tomó bajo control el centro de Trípoli tras varias horas de enfrentamientos entre manifestantes y agentes de seguridad.
Unidades militares con vehículos blindados entraron a la plaza Al Nur, donde centenares de personas estaban apedreando el ayuntamiento y a los agentes del orden, desplazando a los manifestantes a las calles adyacentes.
Durante algún tiempo, los manifestantes continuaron arrojando cócteles Molotov y piedras a los militares. Sin embargo, los agentes de seguridad lograron dispersar a la multitud, utilizando gas lacrimógeno.
Un total de 13 agentes de orden resultaron heridos ayer miércoles y hoy jueves, después de que los manifestantes lanzaran varias granadas de combate.
Según la Cruz Roja libanesa, más de 200 personas resultaron heridas durante los enfrentamientos ocurridos el miércoles, mientras el balance de los heridos durante los disturbios del jueves supera las 110 personas.
Los desordenes empezaron en la ciudad el martes pasado. Sus participantes protestan por las condiciones de vida precarias e inacción de las autoridades ante la crisis económica. Además, los manifestantes se oponen a la extensión del confinamiento que puede provocar la quiebra de muchas empresas.
Líbano lleva más de un año sumido en una profunda crisis económica. En particular, permanece paralizado el sistema bancario, sigue perdiendo el valor la moneda nacional, más de la mitad de la población sufre pobreza y desempleo, lo que a su vez causa un aumento de la delincuencia en el país.
El régimen de emergencia epidemiológica declarado el 14 de diciembre obligó a cerrar todas las empresas públicas y privadas y empeoró aún más la crisis económica en Líbano.
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