El general de los jesuitas, Arturo Sosa, tras su elección al frente de la orden en 2016.
El País
La Compañía de Jesús ha hecho público este jueves un detallado informe en el que identifica abusos cometidos por 96 de sus clérigos contra un total de 118 víctimas, de las cuales 81 eran menores y 37 adultas.
En el apartado final del reporte, expresan su voluntad de «pedir perdón» tanto por estas «historias de abuso» como por las «respuestas insuficientes que han contribuido a agravar el dolor de las víctimas».
A lo largo de sus 24 páginas, este ‘Informe sobre los abusos cometidos por religiosos jesuitas en las provincias españolas’ desglosa el conjunto de los casos con profusión de tablas y gráficos estadísticos, atendiendo a diferentes factores, tales como la edad y el sexo de las víctimas, los lugares en los que fueron cometidos los abusos, la circunstancia de si el agresor o la víctima siguen vivos o no, o la relación existente entre ambos.
1 de cada 100 jesuitas españoles ha cometido abusos sexuales
La orden religiosa contabiliza en esta investigación interna un total de 65 jesuitas que han cometido abusos sobre menores y 31 que han abusado de adultos. «Hay un total de 96 jesuitas acusados», concluyen, destacando que la cifra, sobre el total de los 8.782 clérigos que han formado parte de la congregación desde 1927, supone «un 1,08% de jesuitas acusados en algún momento de abusos o conducta impropia con menores o adultos».
Entre los datos más significativos también figura que el 20 % de los casos consiste en abusos con reincidencia, mientras en el resto solo consta una denuncia.
El reporte refleja asimismo que de los 65 religiosos acusados de abusos a menores, 48 ya han fallecido y 17 siguen vivos. De estos últimos, cuatro ya no pertenecen a la orden (uno fue expulsado y tres abandonaron la Compañía) y los otros 13 están apartados del contacto con menores, cumplen sanciones o se encuentran pendientes de la resolución de procesos canónicos o civiles.
El informe no contiene los nombres de los abusadores ni de los colegios o instituciones donde cometieron los delitos señalados. Tampoco establece una reparación concreta para las víctimas, si bien asegura que la Compañía de Jesús trabaja en la confección en la creación de un protocolo que tiene previsto compensar a las personas afectadas «caso por caso».
«Este informe es limitado, pero es un intento de avanzar hacia la verdad», indican en el apartado de las conclusiones.
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