El ministro francés de Sanidad, Olivier Véran, acaba de anunciar el fallecimiento de cinco personas después de recibir la vacuna de Pfizer contra el coronavirus. Todos tenían más de 75 años y sufrían de comorbilidades, añadió el ministro.
Véran hizo el anuncio durante su viaje a Nancy en declaraciones a France 3 Lorraine.
Se registraron tres muertes en el centro regional de farmacovigilancia de Nancy (Meurthe-et-Moselle), una en el de Tours (Indre-et-Loire) y la última en el de Montpellier (Herault).
El Ministerio también registra 139 eventos adversos graves o inesperados desde el inicio de la campaña de vacunación.
“Son personas que pueden haber muerto en los días siguientes a la vacunación sin mostrar ningún signo de reacción alérgica tras la vacunación… En el EHPAD [asilo], nos dirigimos a personas muy frágiles, con pérdida de autonomía y a menudo con muchas enfermedades y drogas. Y las causas de estas muertes pueden ser completamente independientes.
Evidentemente, en el contexto de la vigilancia de la farmacovigilancia, hay estudios que realizan las autoridades sanitarias junto con los médicos para determinar si existe o no un vínculo con la vacunación o si hay una desafortunada coincidencia. Tan pronto como hay una alerta, hay una investigación. Si hay una fuerte sospecha, se puede sugerir que se hagan más pruebas”.
Hasta ayer, en Francia habían sido vacunadas unas 480.000 personas.
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