Los legisladores de México aprobaron el miércoles un proyecto de ley para legalizar la marihuana recreativa, un hito para el país, que está inmerso en una guerra contra las drogas y podría convertirse en el mayor mercado de cannabis del mundo, lo que deja a Estados Unidos entre dos vecinos vendedores de marihuana.
La votación en la Cámara de Diputados, 316 a 129, se produjo más de dos años después de que la Corte Suprema de México dictaminó que la prohibición de la marihuana recreativa en el país era inconstitucional y más de tres años después de que el país legalizó el cannabis medicinal.
La cámara aprobó la ley en términos generales el miércoles por la tarde antes de pasar a una prolongada discusión de las posibles modificaciones presentadas por distintos legisladores de manera individual.
En su versión final, no obstante, se espera que el proyecto sea aprobado por el Senado antes de ser enviado al Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha dado señales de apoyo a la legalización.
La medida aprobada el miércoles por la noche, permitiría a los usuarios fumar marihuana y, con un permiso, cultivar un pequeño número de plantas de cannabis en casa. También otorgaría licencias a los productores —desde pequeños agricultores hasta productores comerciales— para cultivar y vender la cosecha.
“Hoy estamos en un momento histórico,” dijo Simey Olvera, diputada con el partido gobernante, Morena. “Con esto se deja atrás la falsa apreciación de que el cannabis forma parte de los graves problemas de salud pública en Mexico.”
Si se promulga, México se uniría a Canadá y Uruguay en una pequeña pero creciente lista de países que han legalizado la marihuana en el continente americano, añadiendo un nuevo impulso al movimiento contra las prohibiciones en la región. En Estados Unidos, los demócratas del Senado también han prometido eliminar la prohibición federal de la droga este año.
Para “México, dado su tamaño y su reputación mundial de estar dañado por la guerra contra las drogas, dar este paso es enormemente significativo”, dijo John Walsh, director de política de drogas de la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos, un grupo estadounidense de defensa de derechos humanos. “América del Norte va camino a la legalización”
En México, sin embargo, el proyecto de ley ha resultado ser divisivo.
Los críticos dicen que es poco probable que haga mella en las crecientes tasas de violencia alimentada por los cárteles en México, y argumentan que no es bienvenido en un país donde casi dos tercios de las personas se oponen a la legalización de la marihuana, según una encuesta reciente.
Los defensores de la legalización de la marihuana sostienen que el proyecto de ley tiene un alcance demasiado limitado, aunque represente un avance simbólico en el esfuerzo por poner fin a una guerra contra las drogas que ha costado más de 150.000 vidas, según el Consejo de Relaciones Exteriores.
No está claro en qué medida la ley beneficiará a los agricultores pobres de México, que han cultivado marihuana durante décadas y a menudo acaban metidos en medio de los conflictos entre grupos de narcotraficantes enfrentados.
El proyecto de ley establece que los pequeños agricultores y los indígenas tengan prioridad en la concesión de licencias, pero solo estipula que estos grupos vulnerables pueden recibir más de una licencia.
Muchos empresarios, al menos, están viendo nuevas oportunidades.
Con más de 120 millones de personas, México representaría el mayor mercado de marihuana del mundo por población. El cultivo podría convertirse en un gran negocio en México, un potencial impulso financiero para una economía muy golpeada por la crisis del coronavirus.
El proyecto de ley en México permitiría a los consumidores individuales llevar hasta 28 gramos de marihuana y cultivar seis plantas de cannabis en casa. El cannabis también podría ser adquirido por los mayores de 18 años en negocios autorizados, y cultivado a mayor escala por grupos con licencia. La marihuana medicinal, que México legalizó en 2017, sería regulada por separado por la Secretaría de Salud, que publicó en enero normas que cubren el cultivo y la investigación del cannabis medicinal.
Los activistas locales dicen que las restricciones a la posesión limitarán el impacto del proyecto de ley, en particular para los consumidores de bajos ingresos, que podrían ser presa de la extorsión de la policía, algo habitual en México.
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