Ayer, en un comunicado de prensa, la Agencia Noruega del Medicamento informaba de dos nuevas muertes a causa de la vacuna de AstraZeneca: “Ya se han notificado cinco pacientes con una combinación de trombosis, hemorragia y bajo recuento de plaquetas ingresados en el OUS [Hospital Universitario de Oslo] tras la vacunación con la vacuna de AstraZeneca. Uno murió a principios de esta semana, ahora se han reportado dos muertes más”.
Hasta la fecha el total de muertos en Noruega tras ser inoculados con la vacuna de AstraZeneca es de cuatro, todos ellos trabajadores de la sanidad, por lo que el país mantiene la suspensión con este tipo de vacunas, junto con otros países, como Suecia y Dinamarca.
La Agencia no excluye que las muertes estén relacionados con la vacuna de AstraZeneca. El Comité de Seguridad de la EMA (PRAC) ha ordenado que estos efectos adversos se discutan en las características del fármaco y en su prospecto.
El Instituto Nacional de Salud Pública y el Hospital Universitario de Oslo colaborarán en la investigación de las muertes.
Noruega vuelve a dejar en muy mal lugar a la Agencia Europea del Medicamento (EMA), sobre cuyas decisión de mantener este tipo de vacuna siguen recayendo toda clase de sospechas. A pesar de la autorización de emergencia, la EMA sigue estudiando los informes de reacciones adversas en Europa.
Naturalmente que la OMS no se queda atrás, aunque la corrupción dentro de este organismo internacional es ya legendaria, lo que le ha privado de cualquier credibilidad. Son ya varios los estudios científicos que confirman que es esta vacuna la causa las trombosis.
El 15 de marzo la vacuna de AstraZeneca fue suspendida temporalmente en la Unión Europea, aunque la EMA volvió a autorizar su uso de nuevo, a pesar de los coágulos de sangre, hemorragias y bajo recuento de plaquetas que ocasiona.
La suspensión ha multiplicado el número de personas que rechazan las vacunas, tanto la de AstraZeneca como las demás. Después de la suspensión, España reanudará mañana estas vacunaciones, pero en los países europeos no hay acuerdo sobre los tramos de edad en los que se puede administrar.
Algunos países europeos, como Francia, han decidido vacunar con AstraZeneca sólo a los mayores de 55 años, sin ningún líimite por encima de esa edad, mientras que otros, como España, vacunarán hasta los 65 años de edad a partir de mañana.
Otros países, como Reino Unido y Bélgica, no tienen ningún límite de edad de edad para aplicar la vacuna.
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