Varios viales de AstraZeneca en un laboratorio del Serum Institute de la India.
Rafiq Maqbool / AP / Gtres
Estados Unidos ha anunciado su apoyo a la suspensión temporal de la protección de la propiedad intelectual en las vacunas contra la Covid-19. El cambio de posición ha sido hecho público este miércoles por Katherine Tai, representante de Comercio Exterior, que ha anunciado el respaldo de la administración Biden a la medida, defendida en la Organización Mundial del Comercio (OMC) por decenas de países, principalmente empobrecidos, que argumentan que puede ayudar a expandir el acceso a las vacunas.
Aunque los derechos de propiedad intelectual para las empresas son importantes, Washington «apoya la exención de esas protecciones para las vacunas para el covid-19», dijo la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, en un comunicado.
These extraordinary times and circumstances of call for extraordinary measures.
The US supports the waiver of IP protections on COVID-19 vaccines to help end the pandemic and we’ll actively participate in @WTO negotiations to make that happen. pic.twitter.com/96ERlboZS8
— Ambassador Katherine Tai (@AmbassadorTai) May 5, 2021
«Estos tiempos y circunstancias extraordinarios exigen medidas extraordinarias», ha dicho en Twitter. «Estados Unidos apoya la exención de la protección de la propiedad intelectual en las vacunas contra la COVID-19 para ayudar a poner fin a la pandemia y participaremos activamente en las negociaciones en la OMC para que eso suceda».
«El Gobierno cree firmemente en las protecciones de la propiedad intelectual, pero en aras de poner fin a esta pandemia, apoya la exención de esas protecciones para las vacunas COVID-19», reza el comunicado compartido por Katherine Tai.
Hasta ahora, EU –como otros países ricos, entre ellos el bloque de la Unión Europea, Japón o Canadá– se habían opuesto sistemáticamente a la medida, propuesta el pasado octubre por India y Sudáfrica en la OMC, a favor de una exención temporal de derechos de propiedad intelectual, entre ellos las patentes, de vacunas y otros productos contra la COVID-19.
Sin embargo, la presión por parte organizaciones de la sociedad civil, expertos y líderes mundiales hacia los Gobiernos y las farmacéuticas ha sido cada vez mayor, a medida que el virus hace estragos en lugares como India y la escasez y la desigualdad en la distribución de las vacunas continúa. La Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha venido abogando por la medida. Según sus datos, hasta ahora, se han administrado más de 1.100 millones de dosis en todo el mundo, pero más del 80% de ellas se han administrado en países de renta alta y media-alta, mientras que solo el 0,3% se ha administrado en países de renta baja.
El debate en la OMC llevaba meses estancado, con posiciones muy alejadas entre decenas de naciones, principalmente del sur, que apoyan la medida sugiriendo que podría ayudar a aumentar el suministro, y un grupo de miembros, principalmente aquellos con industrias farmacéuticas y biotecnológicas importantes, que se habían negado hasta ahora.
EU dice que las negociaciones «llevarán tiempo»
Las medidas en la OMC se adoptan por consenso de todos los miembros, por lo que, aunque un cambio en Washington –la principal potencia económica del mundo– es importante, la iniciativa requiere también el apoyo del resto de países.
«Participaremos activamente en las negociaciones basadas en texto que sean necesarias para conseguirlo. Dichas negociaciones llevarán tiempo, dada la naturaleza de la institución, basada en el consenso, y la complejidad de las cuestiones implicadas», dice Katherine Tai en el comunicado.
Tal y como está planteada la propuesta en este momento, si saliera adelante, se suspenderían de manera temporal, mientras dure la pandemia, varias provisiones del Acuerdo de los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC): derechos de autor y derechos conexos, dibujos y modelos industriales, patentes y protección de la información no divulgada.
Según informan fuentes de Ginebra, se aplicaría durante un número determinado de años, que deberá acordar el Consejo General, y hasta generalizar la cobertura de la vacunación a nivel mundial y lograr que la mayoría de la población del mundo sea inmune.
Los países impulsores de la propuesta anunciaron el viernes que revisarán el texto en un intento de conciliar posiciones. Según fuentes de Ginebra, los países impulsores de la exención (que ya ascienden a 60) no «han dado más detalles ni del alcance ni la naturaleza de la revisión, pero dijeron que se pondrán en contacto inmediatamente con otros miembros –tanto a favor como en contra de la propuesta– para encontrar un terreno común y avanzar en las discusiones».
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