A principios de este 2021, Joe Biden perdió el hilo de sus pensamientos y dijo que llegó al Senado hace 120 años. La gerontocracia dominante en Estados Unidos plantea una cuestión de salud mental. ¿La edad les nubla su capacidad? Que Trump sufría algún tipo de demencia senil fue un asunto recurrente a lo largo de su mandato. En más de una ocasión se ha hablado en los últimos años de aplicar el artículo 25 de la Constitución, que facilita relevar a un presidente por incapacidad.
El pasado mes de junio, catorce legisladores republicanos han enviado una carta al presidente Biden en la que le urgen a que se someta a un test cognitivo. La propuesta la lideró el congresista por Texas Ronny Jackson, que antes de acceder al Congreso en enero del 2021 trabajó como médico en la Casa Blanca bajo tres presidente: George W. Bush, Barack Obama y Donald Trump.
NOW – Biden says he was on the Judiciary Committee "150 years ago"pic.twitter.com/YUSlWjAAKO
— Disclose.tv 🚨 (@disclosetv) July 22, 2021
Durante la carrera presidencial de 2020, su presunto deterioro cognitivo fue, de hecho, uno de los argumentos más recurrentes de su rival, Donald Trump, quien apodaba a su oponente: “Sleepy Joe” (“Joe el dormilón”), en tono de burla.
No obstante, y a pesar de los deslices que ha tenido que sortear públicamente, Joe Biden siempre ha asegurado encontrarse en plena forma de sus facultades. Así lo corroboraba un informe médico de 2019 elaborado por su doctor personal desde que Biden trabajó en la Administración de Obama, Kevin O´Connor, y que calificaba al exvicepresidente como “un hombre sano y vigoroso” en condiciones de “ejecutar con éxito los deberes de la presidencia”.
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