“Imaginemos que Estados Unidos tiene éxito. Los estrategas de mente estrecha de la Casa Blanca provocan una crisis política y económica sistémica en Rusia, debilitan y llevan a la escisión a un país enorme y muy complejo y aquí está el resultado: la mayor potencia nuclear con un sistema político inestable, un liderazgo débil, una economía colapsada y el máximo número de ojivas nucleares dirigidas a objetivos en Estados Unidos y Europa”, afirmó el expresidente ruso Dimitri Medvedev.
El expresidente ruso Dimitri Medvedev (2008-2012) ha acusado a Estados Unidos de planear una suerte de «distopía» nuclear aprovechando la guerra de Ucrania y ha alertado de los riesgos que supondría para el mundo dejar a Rusia bajo «un liderazgo político inestable» y «una economía colapsada».
El expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad, Dmitri Medvédev, ha analizado en un artículo para RIA Novosti, titulado ‘Lecciones de historia no aprendidas’ y publicado este viernes, la situación actual de las relaciones bilaterales entre Moscú y Washington.
Medvedev ha dicho que Rusia está siendo parte de un «juego primitivo» de Washington desde la caída de la Unión Soviética en 1991, con el que está buscando «humillar, aislar, sacudir, dividir y destruir» a su rival de la guerra fría, ha teorizado en su perfil de Telegram.
Medvedev no se ha quedado ahí y ha advertido de que «el siguiente objetivo» de Estados Unidos será debilitar a China y después de eso, ya «sólo un par de pasos antes de la crisis mundial más severa, el colapso energético y alimentario, el fracaso de todos los sistemas de seguridad colectiva y pronto una guerra nuclear».
Sin embargo, el ahora vicepresidente del Consejo de Seguridad ha señalado que «Rusia nunca permitirá» que se desarrollen los acontecimientos tal y como él mismo los ha profetizado. «Esto está claro para todos a día de hoy», ha remarcado.
Medvédev recordó que «el llamamiento al diálogo» se produjo durante una conversación telefónica entre los presidentes Vladímir Putin y Joe Biden. «Y de inmediato comenzó una dura retórica, se introdujeron nuevas sanciones antirrusas, se expulsaron diplomáticos y se firmó un decreto sobre la amenaza rusa. Esto incluye también la escalada artificial del conflicto en el este de Ucrania, las declaraciones militaristas de los dirigentes de Estados Unidos y el redespliegue de equipos militares en nuestra región», detalló y añadió que «la situación se está agravando».
Además, opinó que tras del colapso de la URSS en 1991 ningún otro país del mundo no tenía un poder comparable con el del país norteamericano, por lo que EE.UU. «simplemente ha perdido el hábito de un diálogo igualitario». «La nueva administración estadounidense, restaurando su posición de gobernante mundial y protector colectivo de Occidente -y convenciéndose paralelamente de ello-, no tiene la fortaleza de reconocer que alguien en el mundo puede tener capacidades estructurales y potencial militar y político comparables a los suyos. China o Rusia, por ejemplo», señaló.
Según Medvédev, la cuestión que se plantea hoy es la siguiente: «¿Encontrará la administración estadounidense actual la sabiduría del compromiso que lograron los líderes de la crisis del Caribe en la década de 1960?».