“Aquí no se paran los dueños, mucho menos cuando hay accidentes. Cristian, el que declaró en la fiscalía, es sólo prestanombres».
Con el rescate a contrarreloj y a tres días de la inundación de la mina en la comunidad Las Agujitas, los familiares de los 10 mineros padecen de incertidumbre y tristeza, luego de que la fiscalía de Coahuila les pidió los rasgos físicos de los mineros y un equipo de buzos se alistaba para ingresar a los tres pozos inundados.
«Mi hijo apenas tenía dos días trabajando en esta mina como pistolero, es decir, quien rompe el carbón con una pistola neumática. Supe que se cambió de otra mina para acá porque le ofrecieron un poco más de sueldo, pero es porque los dueños, encargados e incluso, los mineros, sabían que estaba dañada, fracturada y había mucho riesgo, pero la necesidad de los trabajadores es mucha», relató don Rolando.
El padre del minero José Luis recordó que hace 20 años sobrevivió a un accidente en un pozo de carbón que le dejó secuelas de salud permanentes.
«Aquí no se paran los dueños, mucho menos cuando hay accidentes. Cristian, el que declaró en la fiscalía, es sólo prestanombres; dicen que son varios dueños y que son gente poderosa», afirmó.
Caminas por el desierto polvoriento,
pedregoso con tu aura de valor
te acercas decidido, al oscuro socavón,
sabes de días eternos en esa , tu labor
por hoy no verás mas cielo, ni luz de día,
por hoy no verá más el sol, en tu caminar cansino
aún el viento acaricia tu rostro puro,
te inundas de oxÍgeno a todo pulmón
pero la silicosis no perdona al minero
nube de polvo envenena al hombre y al mismo corazón
la tierra da lágrimas de mineral valioso,
pero te roba el alma y la razón. (Fragmento de «El Minero» de Lola Lola)
El nieto de don Rolando, Jesús Ronaldo, hijo del minero atrapado, refrendó la versión de su abuelo, pues comentó que la mina o pozos ya estaban inundados, «ya que los mineros tenían que hacer un pozo abajo en lo que estaban trabajando para que el agua cayera ahí, les daba más chance de caminar», explicó.
Fuente y texto completo: El Siglo de Torreón