El ex piloto de combate de la Marina de los Estados Unidos, Michael Cassidy, quien fue derrotado en una elección estatal en Mississippi, es acusado ahora de crimen de odio por haber destruido un altar satánico en Iowa
La estatua fue parte de una exhibición organizada por el Templo Satánico de Iowa bajo las reglas estatales que permiten exhibiciones religiosas en el Capitolio de Iowa durante las vacaciones. La instalación generó fuertes críticas de líderes estatales y nacionales, incluidos la gobernadora Kim Reynolds y el entonces candidato presidencial republicano Ron DeSantis. El 14 de diciembre, la pieza central de la exhibición, una figura que representa a la deidad cornuda Baphomet, fue «destruida sin posibilidad de reparación», según el Templo Satánico de Iowa.
Michael Cassidy, ex candidato al Congreso de Mississippi, fue acusado al día siguiente de conducta criminal en cuarto grado, un delito menor. El hombre de Lauderdale, Mississippi, dijo al sitio web conservador The Sentinel que «Mi conciencia está cautiva de la palabra de Dios, no de un decreto burocrático. Y así actué».
Ahora, los fiscales del condado de Polk han acusado a Cassidy de un delito más grave. Un documento de acusación hecho público el martes lo acusa de un delito grave de conducta criminal en tercer grado y señala que el acto se cometió «en violación de los derechos individuales» según el estatuto de delitos de odio de Iowa.
«La evidencia muestra que el acusado hizo declaraciones a las autoridades y al público indicando que destruyó la propiedad debido a la religión de la víctima», lo que provocó la violación de la mejora de los derechos individuales, dijo Lynn Hicks, portavoz de la Oficina del Fiscal del Condado de Polk.
El Templo Satánico de Iowa emitió un comunicado el diciembre pasado sobre la exhibición.
“El Templo Satánico de Iowa se enorgullece de participar en las festividades en nuestro Capitolio en esta temporada navideña. Nuestra exhibición presenta los 7 Principios, un conjunto de siete creencias fundamentales que los miembros ven como guías para nuestras creencias profundamente arraigadas; abogar por la autonomía corporal, un rechazo de la autoridad arbitraria, reconocimiento de nuestra propia falibilidad e inspiración de nobleza en el pensamiento y la acción que esperamos ilumine al espectador sobre nuestras creencias e inspire a uno a reflexionar sobre su propio enfoque del mundo. Agradecemos al personal del Capitolio, a la policía del Capitolio y al Departamento de Servicios Administrativos por aferrarse al principio de libertad religiosa y garantizar que todas las religiones tengan la misma oportunidad de celebrar las fiestas juntas en nuestro hermoso Capitolio”.
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