Así despidieron en la Catedral de San Patricio a la «madre de todas las putas», la activista transgénero argentina Cecilia Gentili

Cecilia Gentili murió el pasado 6 de febrero a los 52 años, siendo un hombre biológico que se identificaba como mujer. Fue en la Catedral de San Patricio donde llevó a cabo el pasado jueves una liturgia fúnebre para esta destacada activista trans que ayudó a despenalizar el trabajo sexual en Nueva York, presionó para que se añadiera la “identidad de género” como una clase protegida a las leyes de derechos humanos del estado y quien fuera una importante recaudadora de fondos para causas transgénero.

Según reportes de prensa, los organizadores de la despetida de Gentili no revelaron a la catedral que se trataba era un hombre biológico que se identificaba como mujer.

«Lo mantuve en secreto», dijo Ceyeye Doroshow, también hombre que se identifica como mujer y el organizador del servicio, al New York Times. Por su lado, la revista Time informó que el reverendo p. Edward Dougherty dirigió el servicio diciendo a los asistentes al funeral: “Cecilia murió con Cristo”.

Una transmisión en vivo del evento muestra a uno de los organizadores del funeral, identificado por Time como Oscar Díaz, describiendo a Gentili de la siguiente manera: “Esta puta. Esta gran puta. ¡Santa Cecilia, Madre de todas las Putas!

La congregación aplaude y vitorea frenéticamente, y muchos se ponen de pie. Díaz continúa abogando por “el amor, la equidad y los mismos derechos” de dignidad.

Los comentarios de Díaz parecían hacer referencia a la santa católica Cecilia, una de las vírgenes mártires más famosas de la Iglesia católica y patrona de los músicos. Se cree que Cecilia fue decapitada por el Imperio Romano por negarse a renunciar a su fe.

Más de 1.000 personas asistieron al funeral, informó el Times, incluidos varios cientos de activistas transgénero vestidos con pieles, medias de red, minifaldas e incluso tangas, como lo demuestran las fotografías publicadas por la revista Time.

Los asistentes al funeral también colocaron una imagen cerca del altar, donde los sacerdotes celebran la misa católica, que representaba a Gentili con un halo y las palabras en español para “travesti”, “puta”, “bendita” y “madre”, así como el texto. del Salmo 25, informó el Times.

En la ceremonia, una mujer reza emocionada “a nuestro Señor Jesucristo” para que “la comunidad de Cecilia sea amada” y tenga “acceso a atención médica que afirme la vida”, una aparente referencia a las cirugías y hormonas transgénero que los activistas describen como “afirmadoras de la vida” o “de género”.

Doroshow, vestida con un vestido púrpura brillante, dirigió a la congregación cantando en voz alta: “¡Cecilia! ¡Cecilia! ¡Cecilia! antes de describir al difunto Gentili como un “santo” y compararlo con Jesús».

Varios medios de comunicación han enmarcado el evento como una ocasión de gran avance y una señal de que la Iglesia Católica está cambiando su enseñanza -o al menos su tono- sobre la sexualidad y la antropología humana. La revista Time describió el hecho de que el funeral de un activista trans se celebrara en una catedral católica como “una hazaña nada pequeña”, mientras que The New York Times describió el servicio como “una exuberante pieza de teatro político”.

El padre jesuita James Martin, un defensor LGBTQ cuyo enfoque de la inclusión pastoral ha generado controversia en la Iglesia, ofreció su aprobación para el servicio.

“Celebrar la misa fúnebre [sic] de una mujer transgénero en San Patricio es un poderoso recordatorio, durante la Cuaresma, de que las personas LGBTQ son tan parte de la iglesia como cualquier otra persona”, dijo a The New York Times. «Me pregunto si esto habría sucedido hace una generación».

Otros católicos, sin embargo, no compartían la posición del sacerdote jesuita. En X (anteriormente Twitter), CatholicVote describió el servicio como una “burla de la fe cristiana dentro de la Catedral de San Patricio” escenificada por activistas trans.

Otros pidieron al cardenal Timothy Dolan y a la Arquidiócesis de Nueva York que respondieran a lo que consideraban un sacrilegio.

Después de asistir a iglesias bautistas y católicas, Cecilia Gentili, nacida en Argentina, se había identificado como una persona atea, aunque sugirió recientemente interés en Dios en una entrevista de noviembre de 2023.

“La religión ha sido un aspecto tan fundamental de mi vida que siempre tendré algún tipo de conexión con ella. Todavía anhelo un sentido de comunidad y pertenencia que sé que mucha gente encuentra en la fe”, dijo Gentili.

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