Donal Trump: «Realmente no sé lo que ha dicho (Joe Biden) creo que ni él sabe lo que ha dicho». (Debate presidencial entre Trump y Biden)
Vimos en el debate de ayer a un presidente Biden incapaz de responder coherentemente a las preguntas pactadas que le planteaban los moderadores de la Cadena CNN, y a un Trump que en unas cuantas palabras sintetizó lo que estaba pasando con su contrincante en Atlanta: «No entiendo lo que dijo y creo que ni él mismo lo entiende».
En cuanto al fondo, tal como destacan diferentes medios, los moderadores adoptaron una política de no intervención, sin cuestionar la veracidad de las afirmaciones de Trump y Biden ni hacerle seguimiento a sus declaraciones.
La vacilante actuación del presidente estadounidense, Joe Biden durante el debate presidencial, ahogado entre sus propias palabras, a veces balbuceos, y con sus numerosos errores, fueron la tónica habitual de la noche. Al demócrata le costó hilar mensajes, dejó frases sin acabar y apareció dubitativo. Ronco por una gripe y con carraspeos por el reflujo gástrico (según su médico), Biden se esforzó por esconder el estigma de la edad y la falta de facultades mentales que pesa sobre su imagen pública. Pero sin conseguirlo.
Quizá el momento clave en el que Biden perdió el debate tras un lapsus que se hizo eterno, fue cuando le cuestionaron sobre cómo resolver la crisis migratoria. Biden volvió a extraviarse en su respuesta y terminó la frase diciendo: «La iniciativa total relativa a lo que vamos a hacer con más patrullas fronterizas y más… (balbuceo ilegible)». A lo que Trump respondió: «Realmente no sé lo que ha dicho (…) creo que ni él sabe lo que ha dicho».
«Pánico» entre los demócratas
Tras el debate, Biden defendió su actuación ante los medios: «Creo que lo hicimos bien». Sin embargo, varias fuentes demócratas citadas por medios estadounidenses hablan ya de «pánico» por la actuación titubeante del presidente estadounidense, que pone una gran presión sobre la campaña demócrata antes de la convención del partido.
«La reacción universal es cercana al pánico», «hay un profundo, amplio y muy intenso pánico», indicaron, respectivamente, los analistas políticos Joy Reid y John King en base a fuentes dentro del Partido Demócrata.
Además fuentes demócratas consultadas por la agencia EFE expresaron una preocupación similar y consideraron que sería un error «hacer la vista gorda y negar la realidad». En opinión de esa fuente, Biden ha proyectado una imagen de falta de preparación, dejando entrever el peso de los años y mostrando dificultades para comunicar a los votantes los avances que ha vivido el país en los últimos años.
¿Puede Joe Biden retirarse?
El candidato del Partido Demócrata será elegido oficialmente en la Convención Nacional Demócrata que se celebra en Chicago del 19 al 22 de agosto. En esa Convención, el candidato debe obtener el apoyo de la mayoría de los «delegados» (representantes del partido encargados de elegir formalmente al candidato). De acuerdo a los resultados de las elecciones primarias en cada estado, los delegados se asignan de manera proporcional a los candidatos. Este año, Biden ganó cerca del 99% de los casi 4.000 delegados.
Según las reglas del Comité Nacional Demócrata, esos delegados están «comprometidos» con él y están obligados a apoyar su nominación. Pero si Biden se retirara, se presume que habría una batalla campal. No existe ningún mecanismo oficial para que él, ni nadie más en el partido, elija a su sucesor, lo que significa que los demócratas se quedarían con una convención abierta. Biden no ha dado indicios de que esté considerando hacerse a un lado.
¿Kamala Harris podría reemplazar a Biden?
La vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, ocuparía automáticamente el lugar de Biden si éste renunciara durante su mandato presidencial. Pero las mismas reglas no se aplican si Biden se retira como candidato para las elecciones de noviembre, y no existe ningún mecanismo que le dé a la vicepresidenta una ventaja en una convención abierta. En cambio, Harris tendría que ganar la mayoría de delegados, como cualquier otro candidato. Como ella ya está en la lista demócrata, Harris ciertamente podría ser la favorita. Pero su popularidad relativamente baja entre la población estadounidense puede opacar esa ventaja.
Su nivel de desaprobación neto es actualmente menor que el de Biden y Donald Trump, según las encuestas publicadas por la organización FiveThirtyEight.
Análisis de Nicolás Morás con Rubén Luengas sobre el debate
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