Vance se preguntó alguna vez si Trump era un “imbécil cínico” o “el Hitler de Estados Unidos”. Ahora, junto a Trump, podría convertirse en el próximo vicepresidente de Estados Unidos.
Después de todo, fue el propio Trump quien sentó las bases del dominio de Netanyahu al legitimar su ocupación de los Altos del Golán y luego el traslado de la capital de Tel Aviv a Jerusalén.
En 1995, el Congreso estadounidense intentó obligar a la administración a reconocer a Jerusalén como capital de Israel; sin embargo, la entrada en vigor de la disposición fue pospuesta por varios presidentes hasta el 6 de diciembre de 2017, cuando Donald Trump declaró el traslado de la Embajada de Estados Unidos a la Ciudad Santa, argumentando que era una opción “necesaria para la paz”.
Los más de 15 mil niños exterminados por las Fuerzas de Defensa de Israel y el bombardeo de las escuelas de la UNRWA (Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina) son la negación más solemne del concepto de paz predicado por Trump, que no oculta –como intenta hacer el hipócrita u todavía presidente demócrata Joseph Biden– su apoyo incondicional al régimen sionista de Netanyahu y desde que obtuvo la candidatura oficial de los republicanos (tras el atentado) también puede echar mano de su nuevo socio político JD Vance.
JD Vance, el candidato de Donald Trump para vicepresidente, tiene un sólido historial de apoyo a Israel. El abogado de 39 años, que fue elegido senador de Estados Unidos en representación de Ohio el año pasado, fue en su momento un crítico abierto de Trump, pero desde entonces se ha alineado con las políticas del expresidente, e incluso se encuentra a la derecha de Trump en algunas cuestiones.
Su postura pro-Israel proviene de su fe cristiana. Se convirtió al catolicismo en 2019 y su apoyo se basa en el hecho de que Jesús “nació, murió y resucitó en esa estrecha franja de territorio en el Mediterráneo”. Ha dicho: “La idea de que alguna vez habrá una política exterior estadounidense a la que no le importe mucho esa porción del mundo es absurda”.
El potencial vicepresidente, también ha abogado por una relación estrecha entre Estados Unidos e Israel, citando los profundos lazos culturales y religiosos entre las dos naciones.
Israel, el aliado más importante de Estados Unidos
Su relación era “una expresión de cosas más profundas, de afinidad cultural y de herencia y valores compartidos”, dijo en una entrevista con The Jerusalem Post en 2022. Hablando sobre el peligro que Irán podría representar para Estados Unidos, llamó a Israel “nuestro aliado más importante”.
Desde los ataques del 7 de octubre, su apoyo a Israel ha sido inequívoco. En una entrevista con la CNN en mayo, dijo: “Creo que nuestra actitud con respecto a los israelíes debería ser: miren, no somos buenos en microgestionar las guerras en Medio Oriente, los israelíes son nuestros aliados, dejémosles llevar adelante esta guerra como les parezca”.
Aunque expresó su preocupación por el número de víctimas civiles en Gaza, Vance sostuvo que Hamás era el único responsable. La única solución, dijo, era desmantelar a Hamás como “organización militar viable”.
El senador republicano también ha criticado los campamentos pro palestinos en universidades de todo Estados Unidos. En una publicación en las redes sociales, dijo: “No me importa cuál sea tu causa, si eres pro o antiisraelí o cualquier otra cosa. No puedes convertir nuestros lugares públicos en un basurero. Ninguna civilización debería tolerar estos campamentos. Deshazte de ellos”.
Llegó incluso a presentar un proyecto de ley en el Senado que prohibiría a las universidades recibir asistencia financiera federal si no eliminaban los campamentos del campus.
Pero Vance también ha expresado su preocupación por la política militar israelí, en gran parte por lo que considera “profundas fisuras en el apoyo a Israel en todo el mundo”, e instó a Israel a evitar cometer los mismos errores que, según él, cometió Estados Unidos después del 11 de septiembre.
El contrapunto perfecto para los iraníes
Su postura a largo plazo sobre Israel ha sido la de ampliar los acuerdos de paz del Acuerdo de Abraham firmados durante el último año de la presidencia de Trump en 2020. Le dijo a CNN que “nuestro objetivo en Medio Oriente debería ser permitir que los israelíes lleguen a un buen acuerdo con los saudíes y otros estados árabes del Golfo”. Esta sería “la manera perfecta de construir un contrapunto a los iraníes en Medio Oriente”.
En cuanto a trabajar hacia una solución de dos Estados, dijo que dejaría en manos de Israel esa decisión.
Fuente: VT Foreign Policy