El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos marca un momento de profundo debate y polarización en el país. Para algunos, Trump representa un salvador que combina la «razón de Estado» con la «palabra de Dios». Para otros, su figura simboliza tempestades destructivas y una vuelta a los aspectos más oscuros de la historia estadounidense: racismo, xenofobia e intolerancia.
El periodista Rubén Luengas presenta un video reportaje que explora estas complejas narrativas, abordando no solo la figura de Trump, sino también las profundas ideas que definen la psique política y cultural de Estados Unidos. Con una edición rigurosa y un enfoque crítico, Luengas analiza los orígenes y las implicaciones del excepcionalismo estadounidense y cómo estas ideas se entrelazan con la presidencia de Trump.
Quien fuera el cuadragésimo quinto presidente de los EU, Donald Trump, se convierte ahora en el cuadragésimo séptimo mandatario de un país en el que unos ven al magnate como el salvador de la nación estadounidense que hace coincidir la idea de la “razón de Estado” con la de “la palabra de Dios”, mientras otros los describen como el monstruo que con su simple presencia origina tempestades de gran capacidad destructiva, encarnando aquel viejo espíritu racista, xenófobo, intolerante, sectario y chovinista, que deambula desde los orígenes del proceso de formación estadounidense. Creo que cometen un error, quienes critican a Trump como si fuera una anormalidad dentro del llamado excepcionalismo estadounidense, entendido como una misión designada por la divinidad a la raza anglosajona por sus presuntas cualidades e ideales superiores de alcance universal que sirven de modelo para el resto de la humanidad. La insistente reivindicación del excepcionalismo estadounidense, va de la mano con la arrogancia nacional y la estrechez de miras, ofreciendo la excusa para ignorar al resto del mundo. Como Estados Unidos es tan excepcional, no tiene sentido aprender sobre otras sociedades, ya que sus historias no tienen nada que ver con su pretendida superioridad moral, aunque haya demostrado una y otra vez todo lo contrario. Nada que ver con la doctrina del llamado Destino Manifiesto que le auto-otorga a Estados Unidos el carácter teocrático de la idea de una Nueva Jerusalem, un nuevo santuario para los nuevos elegidos de Dios.
En su libro del 2017, Esperando a Trump: los antecedentes históricos del “nuevo viraje” norteamericano, el profesor José Luis Orozco no se limitó a ofrecernos una explicación exclusiva sobre Trump, sino que nos compartió con erudito rigor todo un compendio de ideas que están de hecho en lo profundo de la psique de Estados Unidos. Ideas encarnadas en este personaje que asume por segunda ocasión la presidencia del país. En su audiencia de confirmación en el Senado, el secretario de Estado designado Marco Rubio pronunció un denso discurso de apertura en el que anunció una agenda clara: con Donald Trump, Estados Unidos ha recibido la misión de construir un nuevo orden mundial, pero dejando en claro que aquello de Estados Unidos primero, no será una política aislacionista, sino que incluirá la proyección de acciones coercitivas para defender los intereses estadounidenses y cumplir con la misión histórica de Estados Unidos: construir, desde Washington, un nuevo orden en un planeta roto.
En contraste con la imagen aislacionista que había logrado proyectar anteriormente, Trump planea redefinir los equilibrios geopolíticos del mundo, llegando incluso a anular alianzas y trazar nuevas fronteras para un gran Estados Unidos Imperial.
Te invitamos a ver el video reportaje completo, editado por el periodista Rubén Luengas, para explorar a profundidad estos temas que moldean el panorama político y social actual de Estados Unidos. Sigue este y otros contenidos en el proyecto Entre Noticias.
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