Cuando se supo que el ex tesorero del Partido Popular de España (PP), Luis Bárcenas, tenía unas cuentas millonarias en Suiza por 48 millones de euros, el oficialismo lo defendió contra todas las acusaciones. Era un aliado del gobierno, así lo entendía el propio jefe de gobierno Mariano Rajoy, quien tenía una relación personal con el tesorero de su colectividad política.
Ex tesorero del oficialista Partido Popular, Luis Bárcenas, indicó en un juicio por malversación de fondos que entregó dinero en efectivo a Mariano Rajoy durante 2009 y 2010.
Cuando se supo que el ex tesorero del Partido Popular de España (PP), Luis Bárcenas, tenía unas cuentas millonarias en Suiza por 48 millones de euros, el oficialismo lo defendió contra todas las acusaciones. Era un aliado del gobierno, así lo entendía el propio jefe de gobierno Mariano Rajoy, quien tenía una relación personal con el tesorero de su colectividad política.
Sin embargo, con el devenir de los meses, la profundización de las investigaciones, de las pericias y la vulnerabilidad de su situación judicial, muchas personeros del PP comenzaron a ver a Bárcenas como una amenaza, como una caja de pandora que podría revelar los más ocultos secretos del partido y de sus dirigentes.
Los “papeles de Bárcenas” tienen en vilo a España. La contabilidad alterna del ex tesorero incluye coimas y pagos con dinero negro a varios integrantes del PP y el escándalo a sacudido al propio Primer Ministro. Privado de libertad y declarando frente al juez, Luis Bárcenas indicó que entregó a Mariano Rajoy dinero en efectivo, en billetes de 500 euros, en 2009 y 2010.
Las imputaciones fueron desmentidas de inmediato por el mandatario, quien también descartó terminar súbitamente su período establecido como gobernante. “España es una democracia seria”, ha dicho Rajoy.
Todas las pantallas y portadas se están centrando en el escándalo del PP y en todo el drama entre sus políticos. En primera instancia, Rajoy apoyaba a su ex tesorero. Luego desmintió a Bárcenas cuando se hablaba que el Primer Ministro había tratado de ser sobornado. Luego Rajoy aclaró que sí trataron de sobornarlo, sin éxito.
Siempre a la defensiva, el gobierno se encuentra en una delicada posición con estos casos de corrupción política, que han mancillado los anuncios de una leve recuperación en el plano económico. El oficialismo apuesta a que Bárcenas (quien entregó una serie de documentos y un pendrive con la contabilidad alterna del PP al juez) en definitiva no pueda probar sus acusaciones. El diario El Mundo publica hoy mensajes de texto que demuestran que Mariano Rajoy y Luis Bárcenas mantuvieron contacto directo durante los últimos tres años.