Hasta fines de febrero del 2013 casi cinco mil palestinos estaban presos en las cárceles israelíes, 169 bajo el concepto de detención administrativa, sin cargos ni juicios y sin conocer las razones de su detención, según informó un comité de las Naciones Unidas en ocasión del Día de los presos palestinos, el 17 de abril; día en el que unos 3 mil reclusos rechazaron comer y beber en señal de protesta.
Stephan Hawking, quien ha luchado admirablemente contra la enfermedad; esclerosis lateral amiotrófica, logrando mantener una intensa actividad científica, se ha sumado al llamado «boicot académico» contra el régimen de Israel, al negarse a asistir a una conferencia organizada por el presidente de ese país, Shimon Peres.
El físico Stephen Hawking, había aceptado la invitación a participar en la conferencia anual «Enfrentando el Mañana», programada para el mes de junio en Jerusalén, como parte de la celebración de los 90 años de Peres, pero el científico cambió de opinión y le escribió una carta al presidente israelí comunicándole su decisión, dada a conocer públicamente por el Comité Británico por las Universidades de Palestina. Esto significa que uno de los científicos más reconocidos actualmente en el mundo, se une a un boicot que protesta por el tratamiento que Israel le da a los palestinos.
Hasta fines de febrero del 2013 casi cinco mil palestinos estaban presos en las cárceles israelíes, 169 bajo el concepto de detención administrativa, sin cargos ni juicios y sin conocer las razones de su detención, según informó un comité de las Naciones Unidas en ocasión del Día de los presos palestinos, el 17 de abril; día en el que unos 3 mil reclusos rechazaron comer y beber en señal de protesta.
El Día del preso palestino tuvo lugar este año en medio de un clima de gran tensión por la reciente muerte de dos palestinos bajo custodia israelí. Según la Autoridad Nacional Palestina, por «negligencia médica» en el caso de uno de los fallecidos y de «torturas» durante un interrogatorio en el del otro.
En 2009, Hawking, condenó la ofensiva de tres semanas de Israel contra la franja de Gaza, declarando que era «claramente desproporcionada».