Ronal Rojas-Castro es de Honduras, y cayó detenido cuando la “Migra” (como se refiere popularmente a la ICE) allanó una casa en Texas donde traficantes de personas tenían a más de un centenar de inmigrantes captivos.
Según revela una investigación federal y el periódico New York Times, cerca de 300 migrantes son confinados al aislamiento total en los centros de detención de la Oficina de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos.
Delfino Quiroz es un inmigrante mexicano que fue detenido por la ICE (Oficina de Imigración y Aduanas, por sus siglas en inglés). Bajo la excusa de salvaguardar su integridad, debido a su orientación sexual, Quiroz fue encerrado en una celda aislada por cuatro meses. Más de 120 días en la oscuridad total, donde escuchó a tres detenidos tratar de cometer suicidio en celdas aledañas. “Por favor Dios – rezaba-. No dejes que me pase lo mismo”.
Una situación similar vivió Rashed BinRashed, que es originario de Yemen, y quien durante el mes de Ramadán no deseaba ir al casino de comidas, porque en su religión se ayuna durante el día. Los oficiales de la ICE no lo entendieron y lo aislaron.
Ronal Rojas-Castro es de Honduras, y cayó detenido cuando la “Migra” (como se refiere popularmente a la ICE) allanó una casa en Texas donde traficantes de personas tenían a más de un centenar de inmigrantes captivos. Tratando de arrancar se quebró el tobillo. Al llegar al centro de detención, los guardias dijeron que podía utilizar las muletas que le dieron como arma, entonces lo aislaron, en una celda completamente oscura por 4 días, solamente vistiendo su ropa interior.
Casos así son los que viven cerca de 300 detenidos que son puestos en aislamiento diariamente, según revela una investigación federal y un reporte del periódico New York Times. Casi la mitad de ellos estuvieron dos semanas o más en confinamiento solitario, mientras un tercio estuvo más de 75 días, con un severo riesgo de daño o colapso menta, según expertos en psicología.
“La ICE está claramente usando fuerza excesiva”, indica el psiquiatra Terry Kuppers, del Wright Institute de Berkeley, CA. “Por ello esto es un abuso de los Derechos Humanos”, agrega.
El análisis consta de los principales 50 centros de detención que tienen al 85 por ciento de los inmigrantes en esta condición a lo largo del país. El confinamiento solitario es visto como el método más peligroso para la detención de personas, puesto que la mitad de los suicidios suceden estando en este tipo de castigo, que priva de contacto humano significativo a los detenidos, dejándolos con irreversibles secuelas psicológicas.
El rol de la administración Obama
“El ICE toma la salud mental de los detenidos en las facilidades de la agencia de forma muy seria”, explica Ernestine Fobbs, vocera de ICE, agregando que el aislamiento es simplemente “el último recurso, cuando otras opciones no pueden atender las circunstancias de la situación”.
Otro oficial de la agencia, en forma de anonimato, indicó al New York Times que muchos individuos que son aislados pertenecen a pandillas o tienen un historial de violencia.
Sin embargo, organizaciones de defensa de los inmigrantes como la National Immigrant Justifce Center consideran el aislamiento como una práctica abusiva, debido que los migrantes han sido detenidos por un cargo civil, no criminal, y la razón para detenerlos no es castigarlos, sino asegurarse que atiendan al acto administrativo al que han sido citados.
Cuando los inmigrantes indocumentados han sido detenidos, generalmente pasan meses en estos centros, hasta que firman voluntariamente un acta de deportación o las autoridades deciden si pueden quedarse en el país. El fisco costea un promedio de 122 dólares diarios por cada detenido, pero el aislamiento puede triplicar este costo y ser incluso 100 veces más caro que otros métodos como el brazalete de localización electrónica. Por ello, el ICE ha comenzado a liberar detenidos para rebajar los costos presupuestarios.
Desde que la administración Obama se esmeró en aumentar las detenciones, la población de estos centros ha aumentado en un 85 por ciento desde 2005. De seguir el mismo nivel de deportaciones, el presidente Barack Obama habrá expulsado a más de 2 millones de personas de suelo estadounidense, lo que es casi igual a todos los deportados entre los años 1892 y 1997.
Crédito foto: restorefairness.org
Redacción «Entre Noticias»