La joven escritora de origen peruano Anastasia Mechan está publicando de forma autónoma dos novelas, una en inglés y otra en español. “América: Historia mía. Historia de muchos”, se inmersa en el desgarrador mundo de la persecución migratoria y el esfuerzo de miles de almas que (sobre)viven en una cuasi clandestinidad para apoyar a sus familias. Su obra se revela en un momento álgido sobre el tema migratorio, con una discusión legislativa que ha aletargado la premura de millones de personas indocumentadas por regularizar su situación.
Con una prosa que se sostiene más en el ardor de los acontecimientos que en la prolijidad de la ejecución, la estudiante de la Universidad de Florida quiso comentarnos acerca de su oficio literario y su decisión de seguir adelante a toda costa con la publicación de su obra, cuyo extracto pueden revisar en este link.
Entre Noticias: Cuéntanos sobre tus inicios en la literatura, ¿quiénes son tus autores de cabecera?
Anastasia Mechan: Lo hacía desde que aprendí a escribir en la escuela primaria. A partir de los 8 años fue más ‘oficial’. Empecé a escribir historias de ficción que mi mente creaba, basadas en fantasías y realidad. No tuve que leer libros, los temas nacieron en mi cabeza influenciados por el entorno donde vivía. Tengo una novela manuscrita con fecha, hora y año. Siempre he escrito, nunca he parado, solo que ahora escribo mayormente en inglés. Mis escritores de cabecera son: Ellie Weisel, Dave Pelzer, Ernest Hemingway, David Baldacci, Victor Mechan, Mario Vargas Llosa, Thomas Keneally y el Marqués de Sade.
¿Por qué decidiste escribir una novela tan extensa en el inicio de tu carrera, con tan solo 24 años? (usualmente autores emergentes prefieren los cuentos cortos) ¿Por qué decidiste publicar por tu cuenta?
Toda la vida he escrito novelas intensas, describiendo así las escenas de cada página. Me gusta que el lector imagine cada línea leída. Ansío que los lectores vivan la novela como si ellos fueran los protagonistas. Decidí publicar por mi cuenta a causa de muchos rechazos a la publicación de mis obras. Pensaban que por mi edad no estaba ‘capacitada’ para saber de política o problemas sociales. En contrapartida, varias personas me instaron a no rendirme. Ahora, estoy lista para publicar. Cuando escribo no reparo en la extensión, mi inspiración fluye sola y yo la dejo correr. Escribiré cuentos cortos más adelante con pinceladas psicológicas y mayor profundidad. Serán cortas pero dirán bastante. Para eso necesito más experiencia de vida. De otro lado, como no conozco a nadie en la industria del libro, voy avanzando a mi suerte, abriendo camino al andar.
Mencionas que has mezclado historias verídicas con ficción, ¿qué personas has entrevistado? ¿cómo se realizaron estas entrevistas?
Un día entre el 2005 y el 2006, tomé un autobús dirigiéndome a lugares específicos donde el ICE realizaba persecuciones continuas, buscando y arrestando indocumentados. Portaba un lapicero y un cuaderno. Me acercaba amicalmente [sic] a los indocumentados como si fueran mis amigos y/o vecinos. Les preguntaba cómo llegaron, cómo les iba y si me podrían dar un poco de feedback (información) para mi novela. Aceptaron con la condición de no mencionar sus nombres. Además, entrevisté a familiares que cruzaron la frontera, a mis amigos del high school (secundaria) en Miami, a sus padres y familiares cercanos; yo diría que fueron cientos de personas. No fueron entrevistas programadas, fueron conversaciones de corazón a corazón, muy profundas, muy dolorosas.
¿Cuáles son las similitudes y divergencias entre las circunstancias y el carácter de la protagonista de tu novela con tu propia vida?
Todo escritor incluye sus propias vivencias en sus libros. El sentido de la justicia, la esperanza que dota a los humanos con fuerzas muy poderosas e inquebrantables bastan para construir una novela. Aunque hay mezcla de personalidades entre mi persona y la protagonista de la novela, logré ubicarla en el contexto de una inmigrante universal, sujeta muchas veces a dejarse llevar por la marea de la vida según las circunstancias. Cuando se arriba a un país extraño hay circunstncias favorables y otras desfavorables. Lo que decidas forma tu vida, la enriquece o la entorpece.
Equipo editorial / Entre Noticias