El reportero danés Mikkel Jensen narra en su documental, lo que según su visión, es la vida de la niñez de las calles de Brasil, aquella de la que no se hablará durante el mundial de futbol.
La «fiesta» más grande del mundo, como algunos la describen, atrae la atención de miles de medios de comunicación que, buscando la nota deportiva del momento, acuden en masa a Brasil, la sede del Mundial de futbol en este 2014.
Sin embargo, no es lo que ocurre en las calles, con los habitantes que viven en situación vulnerable, lo que será llevado a las «pantallas planas» de los hogares del mundo, no, este lado del mundial no se conocerá, por el contrario, será puesto a un lado, como si no ocurriera. De lo anterior se percató el periodista danés Mikkel Jensen, quien decidió tomar su cámara y visitar los más escondidos rincones de Río de Janeiro y Fortaleza durante marzo de este año.
En su visita documentó la vida de varios habitantes de la región, entre ellos varios niños, su día a día, la lucha que representa el ser el sector social con menos apoyo por parte de las autoridades, de quienes, según Jensen, sufren acoso y persecusión. Afirma el reportero Danés que “Los organizadores locales del torneo y gente con gran poder del país no quieren que los turistas o la prensa internacional vean las desigualdades que existen en Brasil, por eso contratan a grupos de sicarios para limpiar las calles de gente indigente”, sin embargo hasta el momento no existen cifras oficiales que confirmen su dicho, aunque existen reportes de organizaciones no gubernamentales que afirman la existencia, al menos, de 121 de desapariciones de niños en situación de calle.
Mikkel Jensen plasma su visión del Brasil contemporáneo en el documental “El precio de la Copa del Mundo” que por el momento se encuentra disponible libremente a través del sistema de videos en linea Youtube. El documental ofrece entrevistas a niños que viven en la calle y algunos líderes de ONG’s.
Jensen difundió a su vez, a través de su cuenta de Facebook, una carta donde hace denuncia de lo que vio en Brasil y a su vez aseguró que, después de eso, no se prestaría a cubrir el Mundial de futbol, debido a lo que en el país ocurre:
[quote_box_center]»Desde hace casi dos años y medio llevo soñando con cubrir el Mundial de Brasil. El mejor deporte del mundo en un país maravilloso. Hice un plan, me fui a estudiar a Brasil, aprendí portugués y estaba preparado para volver. Y en septiembre de 2013 volví.
El sueño se iba a cumplir. Pero hoy, dos meses antes de la fiesta de la Copa del Mundo, he decidido que no voy a seguir aquí. El sueño se ha convertido en una pesadilla.
Durante cinco meses fui documentando las consecuencias que provoca la celebración del Mundial.
Son varias: remodelaciones, fuerzas armadas y policía militar en las comunidades, corrupción, abandono de proyectos sociales… Descubrí que todos los proyectos y los cambios se deben a gente como yo -un extranjero y también un periodista internacional-. Estoy siendo utilizado para causar buena impresión.
En marzo estuve en Fortaleza para conocer la ciudad más violenta de todas las sedes de la Copa del Mundo. Hablé con algunas personas que me pusieron en contacto con niños de la calle y luego supe que algunos habían desaparecido. A menudo los matan por la noche, cuando están durmiendo en una zona donde hay muchos turistas.
¿Por qué? ¿Para dejar limpia la ciudad para los extranjero y la prensa internacional? O sea, ¿por mi culpa?
En Fortaleza conocí a Allison, 13 años, que vive en las calles de la ciudad. Un chico con una vida muy dura. Él no tenía nada, sólo un paquete de cacahuetes. Cuando nos conocimos él me dio todo lo que tenía, los cacahuetes. Este niño, que no tiene nada, ofreció la única cosa de valor que tenía a un extranjero que llevaba cámaras por valor de 10 mil dólares y una tarjeta MasterCard en el bolsillo. Increíble.
Pero su vida está en peligro debido a gente como yo. Corre el riesgo de convertirse en la próxima víctima de la limpieza que están efectuando en la ciudad de Fortaleza.
No puedo cubrir este evento después de enterarme de que el precio de la Copa no sólo es el más alto de la historia en dinero, sino que estoy convencido de que ese precio incluye también las vidas de niños.
Hoy voy a volver a Dinamarca y no volveré a Brasil. Mi presencia sólo está contribuyendo a un desagradable espectáculo en Brasil. Un espectáculo en el que hace dos años y medio soñaba participar, pero hoy voy a hacer todo lo que esté en mi mano para criticar y dar a acoocer el precio real de la Copa del Mundo de Brasil.
¿Alguien quiere dos entradas para el Francia-Ecuador del 25 de junio?
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A continuación el documental «El precio de la Copa del Mundo»:
(Los subtítulos en español están disponibles dando click en el icono CC del reproductor)
Redacción / Entre Noticias
Ya quitaron el documental? Subanlo otra vez por favor.