Eva Golinger, escritora e investigadora alertó que el golpe de Estado suave comenzado en septiembre del año 2010 contra el gobierno del presidente Correa en Ecuador, es orquestado desde Washington y sigue en progreso dentro del territorio.
Quito, Ecuador.- En entrevista con el diario El Telégrafo, Eva Golinger ratificó que detrás de los hechos ocurridos el 30 de septiembre de 2010 estuvieron los órganos de seguridad de Washington, promotores de este tipo de sucesos en muchos países del planeta.
La escritora e investigadora estadounidense alertó hoy que el intento de golpe de Estado blando en Ecuador, pese a haber sido controlado, afirma, continúa actuando bajo la superficie.
Ese día, indicó, hubo un proceso de desestabilización a través de sectores de la llamada sociedad civil vinculados principalmente con agencias norteamericanas, como la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que buscaba derrocar al presidente Rafael Correa.
«Creo que el 30-S fue el comienzo de un golpe suave en Ecuador que fue controlado en su momento, pero que sigue bajo la superficie», indicó la abogada nacionalizada venezolana, quien añadió que ese día los sectores golpistas lograron algo muy difícil: el apoyo de la policía que se unió a las acciones.
La investigadora aseguró que «Washington es el principal impulsor de la desestabilización en América Latina», como parte de una política de Estado que se mantiene independientemente de quién esté en el poder dentro de ese país.
Con respecto a la actuación de los medios de comunicación privados en los golpes suaves, consideró que son fundamentales al punto de que sin su colaboración no funcionan las tácticas desestabilizadoras.
Los medios repiten y reciclan información que «distorsiona y desacredita al gobierno, particularmente a la figura del presidente» e «intentan proyectar una imagen de un país en crisis, ingobernable, exagerando problemas existentes y dando una plataforma mediática a una pequeña minoría, presentándola como si fuera la mayoría», explicó.
Alertó que es urgente y necesario «desmontar la grosera usurpación del concepto de las organizaciones no gubernamentales (ONG´s)» que supuestamente representan los intereses de los ciudadanos de los territorios en los que actúan, siendo parte de los servicios de inteligencia extranjeros, que las llevan a controlar los movimientos sociales de esas naciones.
«Sin una fuerte conexión y entendimiento entre los militares y policías y el gobierno y sociedad civil, la amenaza del golpe suave se hace más peligrosa», señaló.
Enfatiza la necesidad de «construir un escudo frente a los intentos de golpe» a lo largo de latinoamérica, entre los países que no son afines a los intereses de Washington, Estados gobernados por presidentes de izquierda, que son el blanco de ataques que comienzan con el uso de grupos como jóvenes, mujeres, organizaciones políticas y gobiernos locales, al punto de crear confrontación desde las bases con sus gobernantes.
Agregó que la existencia de un observatorio regional en defensa de los pueblos encargado de investigar y analizar las tácticas de desestabilización es necesario, con el objetivo de desarrollar e implementar mecanismos de defensa ante escenarios de conflicto.
Redacción / Entre Noticias
