El gobernador de Missouri, Jay Nixon, ordenó el estado de emergencia e implementó un toque de queda en la ciudad de Ferguson para frenar los incidentes de violencia y saqueos tras la muerte del joven afroamericano Michael Brown.
El gobernador de Missouri, Jay Nixon, ordenó el estado de emergencia e implementó un toque de queda en la ciudad de Ferguson para frenar los incidentes de violencia y saqueos tras la muerte del joven afroamericano Michael Brown.
«No podemos permitir que la mala voluntad de los pocos socaven la buena voluntad de la mayoría», dijo Nixon.
El toque de queda entrará en vigor esta noche a las doce y estará vigente hasta las cinco de la mañana hora local, según especificaron las autoridades locales en una rueda de prensa conjunta con el gobernador, que se desplazó hasta la localidad.
«Por la mañana esta comunidad se levantará con el sol para renovar su búsqueda de justicia», agregó el gobernador en una comparecencia en una iglesia local a la que acudieron ciudadanos de Ferguson que interrumpieron a las autoridades con reclamos de justicia y protestas contra el toque de queda.
La vuelta de la tensión
La tensión volvió a las calles de Ferguson la pasada madrugada con ataques a comercios y saqueos, después de que la policía revelara el viernes el nombre del policía que disparó a Michael Brown, de 18 años, y un vídeo del joven afroamericano como supuesto sospechoso de un robo en una tienda poco antes de su muerte.
El gobernador señaló que «unos pocos» decidieron actuar el viernes por la noche con «intención de cometer crímenes y poner en peligro a los ciudadanos», algo que consideró «inaceptable», citó la agencia Efe.
Nixon señaló que ha hablado con el Fiscal General, Eric Holder, y el Departamento de Justicia está reforzando la investigación sobre este caso, que ha desatado las tensiones raciales en un municipio de 21 mil habitantes, en el que dos tercios de la población es afroamericana.
Esta es una prueba de si una comunidad – esta comunidad, cualquier comunidad – puede romper el ciclo del miedo, la desconfianza y la violencia y sustituirlos por la paz, la fuerza y en última instancia la justicia», agregó Nixon.
El capitan de la patrulla de Caminos de Missouri, Ron Johnson, dijo que el toque de queda entraría en vigor a partir de la medianoche del sábado y hasta las 5 am hora local.
Mientras Nixon anunciaba las medidas de seguridad, fue interrumpido por un individuo no identificado que exigía la detención de Darren Wilson, el oficial identificado el hombre que disparó contra Brown.
«La tarea que tengo es proporcionar la paz y la seguridad», dijo Nixon.
El caos volvió a Ferguson la madrugada del sábado, lo que volvió a encender las alarmas de las autoridades. En una protesta que comenzó pacífica pero terminó con altercados, la policía y unos 200 manifestantes se enfrentaron de nuevo luego de que la información difundida por la policía sobre la muerte de Brown indignó a cientos de personas.
La nueva ola de protestas comenzó luego de que las autoridades identificaron al agente que mató a tiros al adolescente desarmado y difundió un video en el que se observa al joven, quien supuestamente habría robado con violencia una caja de puros de $48.99 dólares de una tienda antes de ser abatido.
La difusión de esta nueva información, motivó a alrededor de 200 personas a salir a las calles, pero fue hasta pasada la 1:00 de la madrugada hora local que lo que había sido una jornada tranquila e incluso festiva terminó con destrozos en varios negocios. Hubo saqueos y tensión entre policías y manifestantes.
Pasada la medianoche, la Policía incrementó su presencia en el lugar de la protesta para garantizar la seguridad pero poco después varias decenas de personas se colocaron en el medio de la calle, frente a ellos, y avanzaron con las manos en alto, que es la posición en la que murió Brown según los testigos, pese a la advertencia de arrestos y otras acciones si no se dispersaban.
Aunque esta fuerte tensión duró más de tres horas, los agentes no se movieron de sus posiciones y mantuvieron una actitud muy contenida para evitar una escalada mayor de la violencia, como había ocurrido en jornadas anteriores.
El capitán de la Patrulla de Caminos del Estado de Missouri, Ron Johnson, dijo que algunos en la multitud comenzaron a lanzar piedras y otros objetos contra la policía. La policía utilizó gases lacrimógenos para dispersar a la multitud, pero no se hicieron arrestos. Un agente resultó herido, pero la información sobre sus heridas aún no es difundida, por el contrario, ningún manifestante resultó herido.
A pesar de la lluvia que cayó sobre Ferguson toda la noche, los manifestantes mantuvieron su protesta hasta pasadas las 4:00 hora local, mientras que líderes y miembros de la comunidad trataban de bloquear las entradas de los negocios para evitar los saqueos.
A esa hora la presencia policial ya había disminuido, al tiempo que lo había hecho el número de personas en la protesta, de manera que la larga madrugada de tensión terminó sin enfrentamientos entre agentes y manifestantes como los registrados en días anteriores.
Por esta razón, a mediodía del sábado, el gobernador de Missouri, Jay Nixon, informó que realizaría un viaje a Ferguson.
«Una noche larga. Gracias a todos aquellos que trataron de detener la violencia innecesaria. Estaré en Ferguson hoy», indicó el gobernador en un mensaje de Twitter.
Long night. Thanks to all who tried to stop unnecessary violence. I will be in Ferguson today.
— Governor Jay Nixon (@GovJayNixon) August 16, 2014
Informe policial revivió la ira de los manifestantes
La tregua que se vivió el jueves gracias a una nueva estrategia policial más conciliadora no hacía prever que el viernes volvieran los disturbios, pero la información policial sobre el suceso reavivó la ira de los manifestantes.
çLa Policía local tardó casi una semana en facilitar la identidad del agente que mató a Brown, pese a las peticiones de la familia y la comunidad, y lo hizo al mismo tiempo que divulgaba por primera vez un video del joven como supuesto sospechoso del robo de cigarrillos en una tienda cercana al lugar del suceso.
La aparición de este video, al que la policía no había hecho mención hasta seis días después del incidente y en el mismo momento en que identificaba al agente, generó reacciones negativas en la familia de Brown y los manifestantes, que lo ven como un intento de desviar la atención y criminalizar al joven.
La policía dijo que halló evidencia de la mercancía robada en el cuerpo de Brown. Pero el tío de Brown, Bernard Ewing, dijo que el tiroteo fue innecesario, incluso si su sobrino era sospechosos de robo.
“Ningún robo justifica que le dispararan con las manos en alto», agregó.
La confusión y el malestar aumentaron cuando la Policía, en dos conferencias de prensa ese mismo día, ofreció dos versiones de los hechos: una en la que daba a entender que el agente sabía que el joven estaba siendo buscado por el presunto robo, y otra en la que se desvinculaban ambos momentos.
Darren Wilson, el policía identificado como el agresor de Brown, de 28 años, ha patrullado los suburbios de San Luis durante seis años y previamente no tenía quejas en su contra.
El jefe de la policía describió a Wilson como un «hombre amable y tranquilo» que había sido un «agente excelente». Estaba en la fuerza de Ferguson desde hace cuatro años y antes estuvo de servicio en la comunidad vecina de Jennings.
Wilson, que fue puesto en licencia administrativa después de que baleara al joven el 9 de agosto, «nunca tuvo intención de que nada de esto sucediera», declaró Jackson.
Protestas pacíficas en el día y violentas por la noche
El tono de la protesta en Ferguson había cambiado completamente con la decisión del gobernador de Misuri, Jay Nixon, de sustituir a la Policía local, cuestionada por su dura actuación en las protestas y debido a la falta de transparencia sobre el suceso, por la Patrulla de Carreteras del Estado.
Este cuerpo, dirigido por el afroamericano Ron Johnson, adoptó una nueva estrategia para contener las protestas, de manera que el jueves no hubo vehículos ni agentes de apariencia militar en las calles de Ferguson, tampoco gases lacrimógenos contra los manifestantes, ni bloqueos a las manifestaciones pacíficas o al trabajo de los periodistas como en las jornadas anteriores.
Según la Policía, el joven iba desarmado pero agredió al agente para tratar de arrebatarle su pistola; el amigo que le acompañaba esa noche y otros testigos aseguran sin embargo que el joven estaba con los brazos en alto en el momento en el que el agente comenzó a dispararle repetidamente.Los disturbios en esa pequeña localidad cercana a Saint Louis comenzaron el domingo por la noche tras una vigilia en honor del joven de 18 años Michael Brown que murió el sábado a manos de un policía en un encuentro del que testigos y agentes sostienen versiones contradictorias.
Este suceso ha desencadenado una semana de protestas pacíficas durante el día y violentas al caer la noche, con la excepción del jueves, con saqueos, gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, Policía con indumentaria y vehículos de apariencia militar, varios heridos y cerca de 50 arrestos.
La muerte del joven ha desatado de nuevo el debate racial en el país, todavía con el recuerdo reciente del caso de Trayvon Martin, un adolescente afroamericano que murió a manos de un vigilante voluntario que le disparó en Florida en 2012.
Entre Noticias / Con información de Univisón, EFE y AP
todavía existe mucho RAZISMO EN ESTADOS UNIDOS.
Policía razista!!!
Que esto le sirva al gobierno para dejar de proteger a policías y aplicándoles solo una suspensión. Tienen que pagar por sus errores. Y bueno el jovencito por las imágenes se nota que era un chico de pandilla. Los rapiñemos no podían desaprovechar la situación.