Kenia comenzó ayer tres días de duelo nacional por las 148 víctimas (conocidas hasta ahora) del ataque contra estudiantes de la Universidad de Garissa, perpetrado el pasado jueves por el grupo militante Al Shabaab.
Familiares de los estudiantes de la universidad keniana de Garissa intentaban este viernes obtener información sobre sus seres queridos, mientras se conocían nuevos detalles sobre lo ocurrido.
Este es considerado el ataque más mortífero en Kenia desde el perpetrado por Al Qaeda contra la embajada estadounidense en 1998, en el que murieron 213 personas, conmocionó a todo el país.
Los shebab, vinculados a Al Qaeda, asaltaron en la madrugada de este jueves el campus de la universidad de Garissa (noreste), a unos 150 kilómetros de la frontera somalí, donde estudian cientos de jóvenes originarios de distintas regiones.
El asalto, que derivó en una feroz toma de rehenes, duró hasta la noche, cuando las fuerzas gubernamentales abatieron a los cuatro asaltantes.
Este viernes, centenares de supervivientes y familiares se agolpaban ante las rejas de la universidad, acordonada por las fuerzas de seguridad.
En el interior, se recogían los últimos cadáveres y el ejército rastreaba el campus para asegurarse de que ya no había ningún peligro.
«Estoy tan preocupado, tengo un hijo que estaba entre los estudiantes atrapados en la universidad y no tengo noticias suyas desde ayer», explicó Habel Mutinda, entre sollozos.
«He intentado identificar su cuerpo entre los muertos», añadió este anciano. «Tengo que hacerlo antes de que se descomponga con el calor (…) He pasado toda la noche aquí, ha sido muy difícil, es doloroso».
Unos 70 cuerpos llegaron este viernes a la morgue de Nairobi y se sumaron a los 20 ya trasladados.
Unas 100 personas, sin noticias de sus familiares, esperaban larga y dignamente para poder identificar los cadáveres, observando fotos de sus caras o sus cuerpos.
Según la Cruz Roja, los cuerpos de las 147 víctimas serán repatriados a la capital.
‘No tememos la muerte’
Unos supervivientes contaron este viernes cómo se divirtieron los shebab con sus rehenes antes de matarlos: los hicieron reptar entre charcos de sangre o llamar a sus padres para pedirles que reclamaran la retirada de las tropas kenianas de Somalia.
Algunos estudiantes se untaron con sangre de sus amigos ejecutados para hacerse pasar por muertos, mientras los islamistas iban de habitación en habitación en busca de nuevas víctimas.
«‘No tememos la muerte, para nosotros va a ser como unas vacaciones de Pascua’, gritaban los asaltantes en swahili, antes de disparar», contó Salias Omosa, de 20 años, un estudiante traumatizado.
Los shebab sorprendieron a los estudiantes mientras dormían, les lanzaron granadas y les dispararon con armas automáticas.
En primer lugar, mataron a decenas de jóvenes de forma indiscriminada, antes de separarlos en musulmanes y no musulmanes.
Luego perdonaron la vida a los primeros y retuvieron a los segundos.
Maureen Manyengo, una superviviente de 21 años, explicó que se escondió en un armario. «Oí cómo los asaltantes decían a mis amigos: ‘No os preocupéis, os vamos a matar, pero nosotros también moriremos'», dijo. «También les oí decir: ‘Sólo estaréis en seguridad cuando vuestro presidente retire a los soldados de Somalia’ «.
Los shebab, debilitados por la intervención de la fuerza militar de la Unión Africana (Amisom) en Somalia, han llevado a cabo espectaculares operaciones de guerrilla en su país, pero también una serie de atentados en Kenia, en represalia por la implicación de ese país en la Amisom.
Su ataque más sangriento en Kenia fue el asalto al centro comercial Westgate en Nairobi, donde murieron 67 personas, en septiembre del 2013.
La prensa keniana lamentaba este viernes que se ignoraran, una vez más, las advertencias de los servicios de inteligencia, como ocurrió con el mencionado ataque.
Dos días después del ataque llevado a cabo por un comando de Al Shabab, familiares de las víctimas siguen descubriendo estupefactos que sus allegados están entre los fallecidos en el peor atentado registrado en Kenia desde 1998.
Twitter ha sido el principal medio de difusión de esta masacre, debido a la pobre cobertura que los medios masivos han dado a esta tragedia, por ello gente de todas las latitudes ha condenado la actitud de los mismos, comparándola con la enorme cobertura que tuvo el atentado en la revista Charlie Hebdo en pasadas semanas.
12 ppl died in #CharlieHebdo & d world Paused. Garissa attack claimed 147 ppl but lil coverage. #AfricanLivesMatter pic.twitter.com/dr53dnna3R
— Yeezi (@eromzy) abril 3, 2015
Can't get over the limited amount of media attention for #GarissaAttack compared to similar attacks in USA/Europe. Scary reality #Garissa
— Sanne Meijer (@sadubbelne) abril 3, 2015
No #WeAreOne media blitz for lowly, poor Garissa 150. Shame on our media!!!
— Aggrey Omboki (@aggrey_omboki) abril 3, 2015
The idea that some lives matter less is the greatest injustice of this world
Where is the media outrage for #Garissa pic.twitter.com/63vSQNPqUx
— Mistress Pie (@MistressPie) abril 3, 2015
When #CharlieHebdo went down,the world stood up for them. When #Garissa went down, the world forgot its feet. pic.twitter.com/PHD9ctXAu8
— Augustus Otu (@AugustusOtu) abril 3, 2015
Redacción/Entre Noticias
El que medio de comunicacion no se involucren para difundir una noticia de esta dimension de atentado no quiere decir otra cosa que o son complices o tienen temor a hacer su trabajo.
Que tristeza esto fue una masacre terrible pobres jovenes y pobres de los padres
Que tristeza que estos extremistas elijan jovenes estudiantes, buenos ciudadanos. me recuerda lo de Ayotzinapa en mi tierra. cuando va a parar esta locura???
Horroroso.