“Stalin, como el héroe de Gógol, reúne las almas muertas porque le faltan almas vivas.”
León Trotsky
El asesino fue Ramón Mercader, un comunista nacido en Barcelona y reclutado por la Unión Soviética, que logró introducirse al círculo de confianza del creador del Ejercito Rojo para matarlo por encargo del líder soviético Josef Stalin, gracias a que enamoró a Sylvia Ageloff, una trotskista que colaboraba con Trotski, quien fue golpeado por Mercader en la cabeza con un ‘piolet’ (piqueta), instrumento que se usa para el montañismo, mientras el revolucionario estaba sentado en su escritorio en su casa de Coyoacán.
La siguiente fotografía es justo la del escritorio donde Mercader clavó el ‘piolet’ en la cabeza de Trotsky
Trotsky murió un día más tarde. Tenía 60 años de edad. Su asesino fue condenado a prisión pero liberado en 1960. Por matar al fundador del Ejército Rojo, Mercader recibió la ciudadanía y fue condecorado con la «Estrella de oro» de los héroe nacionales de la ex Unión Soviética, en 1977.
En su celebrado libro «Historia del Siglo XX», el historiador británico Eric J. Hobsbawn definió a Trotsky como «el más prestigioso y célebre de los herejes».
Cuando Trotsky fue asesinado, Stalin ya había ordenado la muerte de los principales dirigentes del Partido Bolchevique, quienes junto a Lenin y Trotsky habían dirigido la Revolución Rusa de 1917.
Su periodo mexicano es más conocido por sus vínculos con la pareja Kahlo y Rivera. El primer tiempo de su estancia en el país, vivió en la casa de Frida. La pintora y el revolucionario no pudieron evitar los rumores sobre su posible romance. De este último romántico y apasionante amor del político hay mucho escrito. Puede que un enamoramiento fugaz entre el envejecido Trotsky y la joven comunista, hechizada por el carisma del gran revolucionario, tuviera lugar alguna vez. Sin embargo, nadie tiene testimonios documentales, pero se sabe que su esposa Natalia Sedóva insistió en que se trasladaran a la calle de Viena, en el barrio de Coyoacán. Luego Trotsky se distanció de Rivera, según los historiadores, por discrepancias políticas.
El lugar donde ocurrieron los hechos, la casa de la calle Viena, el refugio mexicano donde vivió y trabajo el líder revolucionario, es hoy la sede de un museo que dirige Esteban Volkow, nieto de León Trotsky y su esposa Natalia, quienes aparecen juntos en la fotografía superior.
El 24 de mayo de 1940, Esteban fue testigo del primer atentado contra su abuelo, cuando un grupo de 20 personas, encabezados por el muralista David Alfaro Siqueiros balearon con ametralladoras la casa en la que la residía la familia. Apenas tres meses después tuvo lugar el asesinato de su abuelo, a manos de Ramón Mercader.
Este viernes 21 de agosto, a las 12 del día y con entrada libre, el Instituto del Derecho de Asilo Museo Casa de León Trotsky develará una placa en honor al General Lázaro Cárdenas del Río e inaugurará el auditorio General Lázaro Cárdenas del Río. En el acto se escucharán las palabras de Esteban Volkov Bronstein, director general.
Fotografías tomadas por Rubén Luengas
en la casona de Coyoacán, Museo León Trotsky