El nuevo gobierno izquierdista de la ciudad de Oslo, aprobó un proyecto para prohibir los vehículos particulares en el centro de la ciudad a partir de 2019 como parte de un plan para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
El Partido del Trabajo y sus aliados Izquierda Socialista y el Partido Verde, los ganadores de las 14 elecciones municipales de septiembre en la capital de Noruega, presentó una plataforma centrada en el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático.
El programa prevé la prohibición de vehículos privados en el centro de la ciudad que, según el periódico Verdans Gang, es el hogar de sólo alrededor de 1.000 personas, pero donde algunos 90.000 trabajos.
La propuesta suscitó preocupación entre los empresarios locales, quienes señalaron que 11 de los 57 centros comerciales de la ciudad se encuentran en la zona peatonal planificada.
La prohibición de los automóviles es parte de un plan para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 50% en 2020 con respecto a los niveles de 1990.
Las nuevas autoridades de la ciudad también planean vender los combustibles fósiles de sus fondos de pensiones, construir más carriles para bicicletas, subvencionar la compra de bicicletas eléctricas y reducir el tráfico de automóviles de la ciudad en su conjunto en un 20% en 2019 y 30% en 2030.
El proyecto de reemplazar a los automóviles con bicicletas afectará a 350.000 propietarios de automóviles que viven en la ciudad, y deberán implementarse antes de 2019, año en que terminará el proceso de transición y la prohibición se hará efectiva.
Mientras tanto, el gobierno invertirá en la construcción de más de 56 kilómetros de carriles para bicicletas, una innovadora inversión en transporte público que convertirá a Oslo en una ciudad única y en un ejemplo de sustentabilidad.
La eliminación de los automóviles disminuirá significativamente el nivel de contaminación, y además hará que transitar por la ciudad en bicicleta o a pie sea mucho más seguro. La población también adoptará hábitos más saludables, ya que tendrá que hacer ejercicio para circular por la ciudad.
Si bien es posible que en principio muchos ciudadanos reciban la medida con resistencia y se molesten al no poder utilizar sus automóviles, esta regulación tendrá un beneficio directo en su calidad de vida, al disminuir la polución, ayudar a que no siga aumentando el calentamiento global, y terminar con la congestión del tránsito, flagelo de las grandes ciudades.
Entre Noticias/Agencias