El arresto se debe a una investigación sobre transferencias bancarias solicitada por Estados Unidos. Las autoridades le rastrea varias cuentas.
El instructor de la Audiencia Nacional inició la investigación sobre Moreira tras recibir una comisión rogatoria (petición) de Estados Unidos. Las pesquisas se centran en delitos de blanqueo y malversación cometidos durante su etapa como gobernador, además de cohecho y organización criminal.
La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) tiene localizados a cientos de miles de dólares en cuentas en España, país al que viajaba de manera asidua. Según las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL, sólo en 10 meses de 2013 se han encontrado transferencias por importe de 200.000 euros. El expresidente del PRI pasará las próximas horas a disposición judicial.
Moreira fue gobernador del estado de Coahuila y presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 2011. Antes de que terminara ese año dimitió por un escándalo de financiación ilegal durante su mandato en Coahuila.
DENUNCIA EN ESTADOS UNIDOS
Las sospechas que se ciernen sobre Moreira no son nuevas. Su gestión dejó al estado de Coahuila una deuda de 1.800 millones de dólares que degradó su calificación varios escalones de A+ a BBB- según el índice de Standard & Poor’s. La fiscalía general de México lo absolvió en noviembre de 2012 por falta de pruebas. Pero sus andanzas llamaron la atención de la Justicia americana, que lo mencionó en un auto publicado en mayo de 2015.
El gobernador voló a San Antonio en enero de 2009 a bordo de un jet privado con su esposa, sus guardaespaldas y el tesorero de su estado, que está al otro lado de la frontera sur de Estados Unidos.
El objetivo de Moreira era verse con su hija, que entonces vivía en la ciudad texana y hablar con ella sobre la estrategia del PRI, que entonces aspiraba a recuperar la presidencia en las elecciones de 2012. Pero también encontrarse en un club exclusivo con el magnate mexicano Rolando González Treviño y con uno de sus hermanos, a quienes quería proponerles un trato: adquirir un puñado de emisoras de radio con dinero robado del Estado.
El montante de la venta rondaba los 25 millones de pesos: unos dos millones de dólares al cambio actual. El dinero se transfirió a las cuentas de varios bancos de Texas. Las emisoras adquiridas estaban en las ciudades de Monclova, Sabinas y Múzquiz.El acuerdo lo desveló González Treviño a un juez de San Antonio al declararse culpable del delito de ayudar a transportar dinero robado en mayo de 2015.
El auto no mencionaba el nombre de Moreira, que presidió Coahuila entre 2005 y 2011, cuando dejó el cargo para presidir el PRI. Pero se refería al gobernador con el pseudónimo CC1 y explicaba su modus operandi: utilizar a la empresa Construcciones Chavana para canalizar fondos robados en México y Estados Unidos. El auto acusa a los cómplices de Moreira de robar “cientos de millones de dólares”.
Pese a los procesos en México y el extranjero, Moreira siempre ha negado la existencia de denuncias formales y aseguró, en varias ocasiones, que las acusaciones eran parte de una campaña de linchamiento político y mediático.
LA MUERTE DEL HIJO
El 3 de octubre 2012 el hijo de Moreira, José Eduardo Moreira, de 25 años, fue asesinado en el municipio de Ciudad Acuña, en la frontera con Estados Unidos. Pocos días después de su muerte, el político declaró que el crimen se debió a una venganza por la muerte del sobrino de Miguel Angel Triviño, «El Z-40», líder del cartel de Los Zetas entonces, a manos de la policía estatal.
“Me dieron la información de que se debe a una venganza. Al mediodía matan al sobrino del Z-40 y se da la orden de que maten al sobrino del gobernador, buscan al mismo tiempo a un hijo de una hermana mía, y también a mi hijo, a quien matan”, dijo en declaraciones a Radio Formula.