Casi no se habla en EE.UU. sobre lo que Cáceres dijo acerca de sus bases militares y del golpe de estado de 2009 que derrocó a Manuel Zelaya
Berta Cáceres, asesinada ayer en Honduras, no solamente lideró la oposición al proyecto hidroeléctrico de Agua Zarca que afectaba varios ríos en el departamento de Intibucá de su país. Fue también una declarada y activa opositora al golpe de Estado que derrocó en 2009 al presidente Manuel Zelaya. Golpe de Estado al que muchos medios en Estados Unidos y otras partes del mundo se negaron a llamarle por su nombre, siendo parte del juego de los poderes fácticos que derrocaron al presidente constitucional hondureño.
El actual presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, ha dicho sobre los asesinos de Berta Cáceres que “no importa quién sea ni de quién se trate, caiga quien caiga, nadie está por encima de la ley. El mensaje del Estado de Honduras es contundente, esto no va a quedar impune”.
¿Habla usted en serio señor presidente hondureño, cuando en su país más del 90 por ciento de los delitos permanecen impunes según datos proporcionados al Congreso hondureño por el anterior Fiscal General Luis Rubí?
Mientras tanto acá en Estados Unidos, el representante Eliot L. Engel, miembro de más alto rango del Comité de Asuntos Exteriores del Congreso, dijo: “El embajador de Estados Unidos en Honduras, James Nealon, ha ofrecido asistencia para la investigación, y exijo a las autoridades hondureñas que la acepten”.
¿Y qué pasaría si la asistencia ofrecida para la investigación se topa con algún «hallazgo inesperado» que vincule de cualquier manera a quienes desde Washington han tenido histórica y bien documentada injerencia en Honduras en asociación con autoridades corruptas y golpistas? ¿Se actuaría según la justicia sin importar de quién se trate?
Desde el golpe de Estado contra el Gobierno de Manuel Zelaya , que fue apoyado activamente por Estados Unidos, poderosos actores de la derecha política y empresarial del país, impulsaron la persecución y la violencia contra los líderes indígenas, los activistas de derechos humanos y organizaciones sociales y sindicales. En este ambiente Berta Cáceres era una de las activistas más reconocidas de la defensa de los indígenas y sus territorios en Honduras.
La Coalición contra la Impunidad, que agrupa a varias organizaciones hondureñas defensoras de los derechos humanos, hizo público un comunicado en el que denuncia que “desde hace mucho, Berta Cáceres fue amenazada y perseguida por la empresa DESA (Desarrollos Energéticos, S.A. de C.V.) y Sinohydro, de capital hondureño y chino”. Criticó también las declaraciones del Ministro Pacheco e insistió en que cuando un defensor de los derechos humanos goza de medidas cautelares internacionales para su protección, la responsabilidad de su muerte recae sobre el Estado.
El informe anual de Amnistía Internacional publicado en febrero denuncia que el gobierno de Honduras “no aplicó las medidas de protección ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ni investigó los diversos abusos cometidos durante los últimos años contra dirigentes de la comunidad indígena”.
Activistas protestan tras el asesinato de la medioambientalista indígena Berta Cáceres, en La Esperanza, 200 km al noroeste de Tegucigalpa. AFP PHOTO /ORLANDO SIERRA / AFP / ORLANDO SIERRA –
En Honduras, un país en el que desde el golpe de estado contra el expresidente Manuel Zelaya (2009) se han asesinado a más de un centenar de campesinos que luchan por la tierra en una batalla contra terratenientes en el Bajo Aguán; a más de 100 activistas de derechos humanos; a decenas de abogados y fiscales; y a más de 30 comunicadores, este crimen vuelve a evidenciar que la violencia sigue ahí gozando de la más descarada impunidad.
Como bien ha documentado la cadena rusa RT, en 2013, cuando el Gobierno de EE.UU. planeaba instalar la mayor base militar de toda América Latina en Honduras, Cáceres denunció la iniciativa. En sus declaraciones la activista señaló que las instalaciones serían «un proyecto de dominación y colonización con el propósito de saquear los recursos de los bienes comunes de la naturaleza en la nación centroamericana».
Cáceres alertó aquel mismo año a RT sobre la creación de esa base estadounidense en su país: «EE.UU. tiene previsto instalar una enorme base en una plataforma marítima. Nosotros hemos denunciado que esta base también amenaza a los pueblos hermanos. EE.UU, hay que recordar, siempre ha usado a Honduras como una plataforma para invadir a otros pueblos hermanos, como sucedió en los años 80 contra Nicaragua. Esta vez podría ser Venezuela».
En una entrevista con Berta Cáceres realizada en 2014, se plantearon esta pregunta.
¿Cuál es el contexto actual en el que se encuentra el pueblo en Honduras ante la continuidad de un golpe de estado que parecía haber terminado, pero que hoy podemos decir se encuentra enmascarado?
«Lamentablemente habíamos dicho eso, y hoy caminamos a la introyección de un proyecto de dominación en Honduras después del golpe de estado que, no sólo se ha expandido sino que se ha consolidado. Y esa consolidación es a través de implantación de un nivel de entrega de la soberanía, territorio y bienes de la naturaleza a empresas trasnacionales, mineras, al sector energético, a la gran cantidad de empresas turísticas, a la explotación forestal, la explotación de mano de obra barata».
«Estamos en un país donde la injusticia social es terrible, las desigualdades son abismales. Se trata de uno de los países más violentos del mundo, con la tasa más alta de la región de homicidio y de una intensa militarización que acompaña todo ese proyecto de dominación, que en particular afecta muchísimo a las mujeres, porque al reforzarse toda la militarización significa mayor agresión para las mujeres en todos los niveles y aspectos que podamos imaginar».
(Audio) Berta Cáceres habla sobre la situación de Honduras y sobre el asesinato de Margarita Murillo, asesinada el 27 de agosto de 2014. Murillo era campesina, feminista y defensora de los derechos humanos.
Berta Cáceres: “Con el golpe de Estado se asentó un proyecto de muerte y de saqueo, que facilitó todo un proceso de legalidad de la impunidad, de la violación de derechos humanos”.
Audio de RNMA «Enredando la mañana»
Rubén Luengas/Entre Noticias