La reunión duró unas dos horas y media y al final, los religiosos le impusieron las manos a Trump, cerraron sus ojos, uno por lo menos movía constantemente su cabeza de un lado hacia otro y, entre las tantas peticiones y «bendiciones» el rabino Kirt Schneider dijo entusiasmado que «sólo han existido dos naciones en el mundo que han tenido una relación con Dios». Esas dos naciones, dijo el religioso son «Israel y Estados Unidos».
Sosteniendo su mano sobre la frente de Trump, el rabino pedía a Dios que le bendiga si es que le lleva él a la Casa Blanca, mientras los otros decían, moviendo de arriba a abajo sus cabezas: «Sí,sí…»
De tal manera que, «sólo Israel y Estados Unidos como naciones han sostenido en este mundo una relación con Dios».
La palabra «hipócrita» designaba, en el teatro griego, al actor que utilizaba máscara y disfraz para representar una personalidad ajena a la suya. Su objetivo era deleitar al público. En el video que verán a continuación, verán a un Trump rodeado de «religiosos» tratando de deleitar al público-elector evangélico estadounidense.
Se sabe muy bien que la religión de los fariseos era hipocresía, considerada como la peor de las hipocresías porque utiliza una falsa relación con Dios como objeto de vanagloria personal.
Ustedes dirán ante qué estamos, en estos tiempos electorales, al ver el contenido de este video proselitista que prácticamente le atribuye erróneamente «nacionalidades a Dios». Porque según el rabino, Dios sería algo así como la propiedad privada de los países mencionados. El resto de los países del mundo no forman parte de la familia divina que, bombardea y mata en el nombre de Dios y que construye muros para no infectarse de los que «buscan sin merecerlo llegar al paraíso terrenal».
He aquí el acto de hipocresía con el que se pretende deleitar al público.
Pero resulta que Donald Trump tiene mucho competencia en ese terreno religioso, siendo el caso de Ted Cruz uno de los más patéticos. Cruz también pretende convencido usar a Dios como elector en las primarias republicanas cuya gramática, del lado republicano principalmente, se ha degradado a niveles alarmantes.
Lo más preocupante de Cruz es su pertenencia a un movimiento creciente de “fascistas cristianos” en Estados Unidos sobre quienes advirtiera el Dr. James Luther Adams, profesor de ética en la Harvard Divinity School diciendo a sus alumnos que cuando tuvieran su edad-entonces cercana a los 80 años-tendrían que enfrentarse en Estados Unidos a los “fascistas cristianos”. Uno de esos alumnos era el futuro periodista y escritor Chris Hedges, autor del libro America Fascists: The Cristian Right and the war on America.
Hedges narra en su libro que que el profesor Adams les prevenía contra la ceguera diciéndoles que “los nazis no iban a regresar con esvásticas y camisas pardas, sino que sus herederos ideológicos habían encontrado en las páginas de la Biblia una máscara para el fascismo”.
Hedges aclara que Adams no era un hombre que usara la palabra fascista a la ligera. Había vivido en Alemania en 1935 y 1936 trabajando con la iglesia clandestina anti-nazi conocida como la Confessing Church. Fue detenido e interrogado por la Gestapo y regresó a Estados Unidos con rollos de películas que había logrado filmar sobre la pro-nazi German Christian Church.
La ideología de la fuerza que estuvo detrás del cierre del gobierno de Estados Unidos en 2013, es precisamente la de los “fascistas cristianos” que aspira, según Hedges, a una disminución radical del papel del gobierno para crear eventualmente un estado teocrático basado en “la ley de la Biblia” y un mundo que “se doble ante la voluntad de un Estados Unidos cristiano e imperial”.
¿Qué oraciones escuchará Dios? ¿Las oraciones de los de arriba o las de los de abajo o las de otros candidatos que en mayor o menor grado se sienten también como hijos privilegiados de lo divino?
Rubén Luengas/Entre Noticias