Fallo surrealista del juez estadounidense George Daniels responsabilizando a Irán por ataques del 11 de septiembre.
George Daniels, magistrado de distrito de Nueva York (EE. UU.) ordenó el miércoles a Irán pagar dicha cuantía a las familias de las personas que murieron en las Torres Gemelas y en el Pentágono, en Washington (capital), así como a un grupo de seguros.
Esta rara decisión del juez se produce sin mención a las nacionalidades de los terroristas que secuestraron los aviones con los que se perpetraron los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Para el juez estadounidense, Irán es culpable de no cumplir con las exigencias que mandaron los secuestradores de los citados aviones, por lo que a su juicio Teherán es responsable de los daños vinculados a los ataques.
La investigación sobre los atentados terroristas del 11S, dirigida por la Agencia Central de Inteligencia (CIA, en inglés) junto con otros cuerpos policiales estadounidenses, identificó a los 19 secuestradores que subieron a bordo de los cuatro aviones con los que perpetraron los atentados. 15 de ellos eran ciudadanos de Arabia Saudí, dos de Emiratos Árabes Unidos (EAU), uno de Egipto y otro de El Líbano.
Cinco de los terroristas suicidas —cuatro saudíes y un egipcio— secuestraron el vuelo 11 de American Airlines que iba de Boston a Los Ángeles y lo utilizaron para atacar la torre norte del World Trade Center de Nueva York.
Otros cinco de ellos —tres saudíes y dos emiratíes— redirigieron el vuelo 175 de United Airlines, que tenía la misma ruta aérea, para estrellarlo contra la torre sur de ese complejo financiero. Cinco saudíes secuestraron una tercera aeronave, el vuelo 77 de American Airlines que cubría la ruta Washingon-Los Ángeles, para hacerlo chocar contra la fachada del Pentágono.
Finalmente, cuatro terroristas —tres saudíes y un libanés— se apoderaron del último avión, el vuelo 93 de United Airlines que cubría el trayecto Nueva Jersey-San Francisco, pero el aparato se estrelló en el campo en el estado de Pensilvania antes de alcanzar su objetivo.
Posteriormente, el grupo terrorista Al-Qaeda reivindicó la autoría de estos atentados, en los que murieron cerca de 3000 personas. Estos hechos dieron pie a la invasión de Afganistán por parte de EE. UU., en lo que supuso el inicio de su denominada «guerra contra el terrorismo».
Sin embargo, en la sentencia del juez neoyorquino no hay ninguna referencia ni mención hacia ninguno de estos países y, en su opinión, Teherán no ha logrado demostrar que no ayudó a los autores materiales de los atentados, pese a que nunca ha habido acusaciones al respecto contra Irán.
Cabe añadir, según informa Bloomberg, que si bien es difícil obtener una indemnización por parte de una nación extranjera no dispuesta a pagar, el fallo facilitará a los demandantes tratar de aprovechar una ley que permite apoderarse de activos extranjeros congelados por el Gobierno estadounidense, lo cual muestra la continuación de la política hostil de EE. UU. hacia Irán.
Además, cabe mencionar que el fallo se emite en el medio del enfado de las autoridades estadounidenses por el más reciente ensayo de misiles balísticos por parte de Irán, por lo que buscan imponer nuevas rondas de sanciones contra Teherán, que ha asegurado en reiteradas ocasiones que su poderío militar no representa amenaza alguna para otros países, ya que la doctrina defensiva de la República Islámica radica únicamente en la disuasión y que las pruebas de misiles balísticos no violan ninguna de las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ya que esos misiles no están diseñados para portar armas nucleares.