Momento en que una asistente reportaba en vivo lo que ocurría en el interior del recinto donde se realizaba este sábado la convención demócrata de Nevada.
La elección de los 12 delegados restantes que faltan por asignar en Nevada rumbo a la convención nacional de julio en Filadelfia fue el motivo que originó un enfrentamiento entre los demócratas que apoyan la candidatura de Clinton y aquellos que apoyan la de Sanders, mismos que acusan de manipulación en el proceso con el único propósito de dejar fuera de la carrera electoral a su candidato.
En febrero pasado, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton obtuvo a 13 delegados en la primarias y su rival, el senador Bernie Sanders, obtuvo 10. Este fin de semana se debe decidir la repartición de los 12 restantes pero fue este sábado que los seguidores de éste último demandaron un recuento de los asistentes a la convención, ya que la distribución de los delegados se realiza en función de la cantidad de seguidores que cada bando logra congregar físicamente en el lugar.
Fue la senadora por California, Bárbara Boxer, quien observando el conflicto que se presentaba, intentó calmar los ánimos, sin embargo dio pie a un incesante abucheo y hostilidades entre los bandos que incluyeron agresiones al arrojar al aire algunas sillas, según informan los medios locales. Fueron los asistentes al casino Paris quienes por medio de gritos expresaban su inconformidad ante lo que ellos denominaban un conteo «amañado» y calificando a la convención de un «fraude».
El comienzo del desacuerdo radica en que el partido adoptó como definitivas una serie de reglas acordadas de antemano como provisionales, aseguran, mismas que regulan la forma de voto a mano alzada en que se procesa el nombramiento de cada uno de los delegados. Es debido a este sistema que Clinton tendría asignados 1693 delegados y Sanders, 1662. Es justo debido a estas cifras que Los seguidores del senador reclaman, asegurando que han logrado movilizar más gente, por lo que demandan un nuevo conteo de los asistentes, sin embargo los funcionaros del partido se rehusaron a realizarlo.
Fue el jueves pasado que los asesores de Bernie Sanders, habiéndose enterado del cambio, intentaron que Nevada impidiera que se llevara a cabo la convención por medio de un juez estatal, previendo lo que estaba por ocurrir, sin embargo el magistrado se negó a tal resolución, afirmando que no había «una razón seria para hacerlo» e incluso el líder demócrata en el senado federal, Harry Reid, pidió cooperación a ambos bandos para llegar a una solución del diferendo dentro del partido.
“Espero que los seguidores del senador Sanders respondan a este llamado de llevar a cabo una convención en Nevada de forma ordenada. El éxito de los demócratas en Nevada en noviembre depende de ello”, escribió Reid en un comunicado.
Las protestas por lo ocurrido se mantienen a un día de ocurrida la convención, sostienen su preocupación sobre la manera en que fue terminada la misma, además de señalar su inconformidad por los 64 delegados que no fueron tomados en cuenta a favor de Bernie Sanders.
Respecto a lo anterior, el Partido Demócrata del estado de Nevada se defiende afirmando que estos delegados nunca fueron registrados como votantes en el estado al llegar el 1º de mayo, además de que su información de contacto nunca fue precisada ni identificada, asegurando que estas personas nunca respondieron a las solicitudes para corregir dichos datos.
Los organizadores de la convención declararon haberse visto obligados a terminarla después de que fuera más larga de lo esperado, sumado a que la seguridad se había convertido ya en un problema.
Así se difundió en las redes sociales lo que ocurría ante la mirada atónita de quienes ahí participaban, quienes reportaban que para lograr el desalojo del lugar, los organizadores incluso decidieron apagar las luces y dar paso a elementos armados:
Entre Noticias/Agencias