Cameron anunció ante la residencia de Downing Street que había decidido no seguir como líder del Partido Conservador y jefe de Gobierno al no haber podido convencer a los británicos sobre los beneficios de continuar como miembros de la Unión Europea (UE).
Con casi un 52% de los votos, los ciudadanos decidieron en un plebiscito celebrado ayer romper los lazos con el bloque europeo, al que se unieron hace más de cuarenta años.
Como marca el protocolo, el «premier» acudió a la residencia real para celebrar una audiencia personal con Isabel II para hacerle saber que su partido deberá elegir al nuevo líder del Partido Conservador y, por lo tanto, al nuevo jefe del Gobierno.
Al comunicar su intención de dimitir, Cameron tranquilizó además a los comunitarios que viven en el Reino Unido al afirmar que no habrá «cambios inmediatos» en sus circunstancias ni tampoco de los británicos que estén residiendo en otros países del bloque europeo.
Según explicó, no habrá modificaciones iniciales en el libre movimiento de ciudadanos, mercancías y servicios.
En ese sentido, la embajada de España en Londres tranquilizó también a los ciudadanos y a las compañías de este país en el Reino Unido al asegurar que el «brexit» no les supondrá «cambio alguno» durante un periodo de dos años que puede ser prorrogado.
«La embajada desea por ello lanzar un mensaje de tranquilidad a todos los ciudadanos españoles que trabajan, residen o visitan el Reino Unido o que mantienen relaciones personales o profesionales con este país», indicó en un comunicado.
Cameron dijo que las negociaciones con Bruselas para establecer el proceso de ruptura del Reino Unido de la UE deberán hacerse con otro líder, que deberá ser elegido para el próximo mes de octubre, cuando se celebrará el congreso de la formación.
Más de 46 millones de ciudadanos estaban llamados a las urnas para decidir en un plebiscito si querían continuar o salir de la UE.
El resultado del plebiscito ha tenido un efecto inmediato en la Bolsa de Valores de Londres, que se desplomó un 7,94 %, tras haber cerrado en la jornada previa con una subida del 1,23 % entre las predicciones de que ganaría la permanencia.
También la libra esterlina ha sufrido el impacto del «brexit» en los mercados internacionales. La divisa británica llegó a caer en las últimas horas más de un 10 % respecto al dólar, hasta los 1,33 dólares, su nivel más bajo desde 1985.
Posteriormente, ese descenso se moderaba y cotizaba a las 9.00 horas GMT a 1,391 dólares en el mercado londinense, un 6,44 % menos, y también bajaba frente al euro, para negociarse a 1,245 euros, un descenso del 4,65 %
Entre Noticias/Agencias