“Un Estado donde queden impunes la insolencia y la libertad de hacerlo todo, termina por hundirse en el abismo.”
Un mensaje publicado este lunes por el historiador Lorenzo Meyer en su cuenta de la red social Twitter es realmente contundente: «La tragedia de #Ayotzinapa resalta las peores características del grupo en el poder en México: corrupción, ineptitud e insensibilidad».
La marcha por el segundo aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa inició a las 16:20 del Ángel de la Independencia rumbo a la plancha del Zócalo capitalino, encabezada por los padres y las madres de los 43 estudiantes y por integrantes de diversas organizaciones de la sociedad civil y de derechos humanos.
Estudiantes de la Universidad Iberoamericana hablaron también muy fuerte en este segundo aniversario del crimen de Ayotzinapa.
Julian Lomelín y Jorge Ruiz, estudiantes de ciencia política e integrantes del Programa de Derechos Humanos de la Uia, informa el diario La Jornada, comentaron que «no es posible que la investigación de uno de los actos delictivos más atroces de la historia moderna del país realizada por el Estado mexicano, ante los ojos de todo el mundo, se haya basado en declaraciones y testimonios obtenidos mediante la tortura. La verdad histórica esclarece que no fueron quemados, que la evidencia encontrada no estaba ahí, que las imagenes que pudieron haber agravado el acontecimiento principal no se ha revelado».
Dos años, y las calles volvieron a ser escaparate público de indignación y resistencia, porque las víctimas de Ayotzinapa, eran aún con vida, parte de la exclusión trágica que la llamada «modernidad neoliberal» opera contra las almas que poseen valores distintos a aquellos que nos impone la dictadura del mercado.
México ha llegado a este segundo aniversario de los acontecimientos trágicos y criminales de Ayotzinapa, no sin que muchos se refugien en sus espacios de indiferencia amurallada.
Escribió el poeta y ensayista mexicano Octavio Paz que «la indiferencia del mexicano ante la muerte se nutre de su indiferencia ante la vida«. En ello están muchos que hablan de enterrar de una vez por todas el reclamo por lo ocurrido hace dos años: indiferentes ante la vida y la muerte ajenas, incapaces de entender que esos padres y madres que han marchado hoy en la Ciudad de México son parte de una «terquedad» justa y necesaria que se le enfrenta con valor y dignidad a la apuesta manufacturada por la indiferencia y el olvido.
#Ayotzinapa
Dos años sin los #43#VivosLosQueremos pic.twitter.com/cJRxVZiDGi— Espacio Memoria (@espacio_memoria) 26 de septiembre de 2016
Rubén Luengas/Entre Noticias