Las “ciudades santuario” se niegan a informar al Gobierno del estatus migratorio de sus detenidos para evitar su deportación.
“Cuando las ciudades y los estados se niegan a ayudarnos a hacer cumplir nuestras leyes, nuestro país es menos seguro. Esas políticas no pueden continuar”, afirmó Sessions, al haber aparecido de manera sorpresiva en la conferencia de prensa diaria de la Casa Blanca.
Jeff Sessions, amenazó de hecho a las ciudades santuario con aplicar un recorte de 4.000 millones de dólares en fondos federales si persisten en su actitud de proteger los inmigrantes indocumentados y negarse a colaborar con la Administración Trump.Dicha amenaza estaría en principio dirigida contra los alcaldes de ciudades como Los Ángeles, Chicago, Nueva York o Washington, que se han negado a sumarse a la campaña de miedo lanzada por la administración Trump.
Las “ciudades santuario” se niegan a informar al Gobierno del estatus migratorio de sus detenidos para evitar su deportación.
El presidente de EU firmó en enero una orden ejecutiva para resucitar los programas de cooperación entre la policía local y las autoridades migratoria y para interrumpir la concesión de ciertos fondos federales a las llamadas “ciudades santuario” , definición que incluye unas 200 ciudades, condados y otras jurisdicciones en EU que protegen de la deportación a inmigrantes irregulares.
Sessions, ahora Fiscal General, fue uno de los primeros senadores en brindarle su apoyo a Donald Trump a principios de la carrera presidencial en febrero de 2016. Es un entusiasta defensor de construir la extensión del muro en la frontera con México y también se ha mostrado crítico con los programas para otorgar visados a trabajadores extranjeros destacados en el ámbito de la ciencia, las matemáticas y la alta tecnología.
En 1986, siendo fiscal en el estado de Alabama, un comité del Senado rechazó su nombramiento como juez federal después de que sus ex colegas lo acusaran de racismo y afirmaran que hacía bromas diciendo que el Ku Klux Klan le había parecido bien “hasta que descubrió que fumaban marihuana”.
“No soy racista. No soy insensible ante los negros”, intentó defenderse ante el comité del Senado, recalcando que lo del Ku Klux Klan no era más que una broma.
Entre Noticias/Agencias