El Papa pidió a “todo el mundo”, desde políticos hacia abajo, que se responsabilicen y tomen medidas. “Es algo con lo que no podemos jugar, es muy serio”, sentenció.
«Me recuerda a una frase del Antiguo Testamento, creo que de un salmo: ‘el hombre es estúpido, es testarudo y no ve‘», dijo Francisco a los periodistas en su vuelo de vuelta de Colombia, que visitó del 6 al 10 de septiembre.
En un primer momento no quedó claro a qué pasaje se refería el papa, pues se llama «estúpido» al hombre en varias partes de la Biblia.
«Aquellos que niegan (el cambio climático) deberían dirigirse a los científicos y preguntarles», afirmó Francisco. «Hablan muy claro, los científicos son precisos».
«Podemos ver los efectos del cambio climático y los científicos dicen claramente qué camino deberíamos seguir», dijo el pontífice haciendo referencia a una noticia del mes pasado, según la cual un barco cruzó el Ártico por primera vez sin un rompehielos.
El papa, quien se recupera de un fuerte golpe a en el ojo izquierdo tras un repentino freno del Papamóvil, pidió a «todo el mundo», desde políticos hacia abajo, que se responsabilicen y tomen medidas. «Es algo con lo que no podemos jugar, es muy serio», sentenció.
Francisco es uno de los mayores defensores internacionales del medio ambiente. En su «Laudato Si«, su segunda carta encíclica, el líder espiritual de los 1,200 millones de católicos del mundo advirtió de que la Tierra se asemejaba cada vez más «a una inmensa pila de basura».
La visión abierta que tiene el Papa Francisco sobre temas delicados como el cambio climático y la corrupción nos hacen pensar la diferencia que de a poco se va marcando entre el Papa actual y la histórica cerrazón de la Iglesia como institución al avance del pensamiento de la humanidad, mismo que ha llevado en el pasado a infinidad de personajes a perder la vida, caer en desgracia o ser ridiculizados para evitar represalias por sus pensamientos de vanguardia que causarían entonces incomodidad para el gremio eclesiástico a grado tal de ser jueces y verdugos de miles.
Tal es el caso de Galileo Galilei, quien durante la cúspide del Renacimiento y pese a ser esta una época de crecimiento cultural, afirmara que la tierra giraba al rededor del sol y no lo contrario, afirmación por la que fue llamado a Roma por la Inquisición a fin de procesarle bajo la acusación de «sospecha grave de herejía», y quien fuera obligado a abjurar en 1633 y se le condenó a prisión perpetua (condena que le fue conmutada por arresto domiciliario), seguramente nunca imaginó que un Papa nacido en América caminaría por los pasillos de la basílica de San Pedro, por lo cual nos lleva a preguntarle al lector de Entre Noticias, ¿cómo habría sido la vida de este y otros pensadores con las mismas circunstancias de haber estado en el Vaticano un Papa como el que hoy lidera una de las religiones más importantes del planeta?.
“La ciencia sin religión es coja, la religión sin ciencia es ciega”
Albert Einstein.
Entre Noticias/Agencias