Una señora arrodillada en un camellón de la Ciudad de México tras el nuevo sismo, y un héroe anónimo agotado en el metro después de buscar gente atrapada entre los escombros.
El Servicio Sismológico Nacional mexicano informó que el más reciente sismo se produjo a las 7.52 (hora local), tuvo una magnitud de 6,1 en las escala de Richter y tuvo su epicentro a siete kilómetros al oeste de Unión Hidalgo, en el estado sureño de Oaxaca.
El más reciente temblor sacudió algunos edificios en la Ciudad de México, donde decenas de inmuebles se derrumbaron con el sismo del pasado martes. Varias personas dejaron sus casas y hoteles, sin que hasta ahora se reportaran mayores daños.
SISMO Magnitud 6.1 Loc. 7 km al OESTE de UNION HIDALGO, OAX 23/09/17 07:52:59 Lat 16.48 Lon -94.90 Pf 75 km
— Sismológico Nacional (@SSNMexico) 23 de septiembre de 2017
El nuevo sismo no sólo desató temores de los efectos que pueda haber tenido sobre eventuales sobrevivientes bajo los escombros y en los edificios ya afectados por el sismo anterior, sino que, según se reportó en el espacio del periodista Enrique Muñoz en Radio Fórmula, al menos un par de personas murieron como consecuencia de infartos debido al miedo provocado por el sismo.
«Después de verificar que las condiciones sean seguras, las actividades (de rescate) reiniciarán lo más pronto posible», dijo en Twitter el titular nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente.
«Dios, Virgen de Guadalupe, tengan compasión», exclamó Teresa Martínez de 74 años mientras era consolada por su hija, según publica el periódico argentino La Nación.
«Esta vez ya no sentimos que se moviera el piso, será que ya después del otro estamos acostumbrados», dijo en tanto Pablo Martínez, quien desalojó su edificio con su hija de seis años en brazos.
Antes de detener las actividades por el nuevo sismo, los rescatistas equipados con tecnología de punta centraban la búsqueda en cinco puntos de la ciudad donde aún hay signos de vida entre los amasijos de concreto y fierro, indicaron las autoridades de protección civil federal.
Reflexión Entre Noticias
En diferentes partes del mundo se han sentido los efectos devastadores de huracanes, inundaciones, incendios y terremotos; además de la enorme tensión que provoca la narrativa del posible uso de armas nucleares en el planeta, entre otros escenarios de violencia verbal o llevada a los hechos en guerras y conflictos que parecen interminables. Si sumamos lo anterior a la violencia nuestra de cada día generada por la llamada delincuencia organizada, y la desorganizada; la inseguridad, asaltos con o sin violencia, los feminicidios, los asesinatos de periodistas y un largo etcétera que incluye la violencia de nosotros los humanos contra la naturaleza, es absolutamente comprensible llegar a sentirnos desmoralizados, ya no ante el futuro, sino ante los efímeros instantes que de manera vertiginosa desertan del tiempo presente para convertirse en pretérito: «Todo es efímero como el arco iris«, decía Virginia Woolf.
Ante los acontecimientos que nos impactan, directa o indirectamente, muchos se preguntan sobre nuestra condición humana, sobre su destino o sobre su propia suerte y la de sus familiares, hincándose en momentos de desesperación a orar en plena calle, auxiliados por la firmeza que en medio de lo movedizo puede llegar a significar la solidez relativa de un árbol.
Cada quien tendrá sus creencias y convicciones de las cuales echar mano en momentos de gran incertidumbre a nivel mundial. Hoy, Entre Noticias, les compartimos la respuesta que diera a una pregunta el filósofo Diógenes Laercio sobre la utilidad de la filosofía, deseando que nuestro miedo compartido pueda llegar a conducirnos hacia reflexiones menos instintivas.
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