En redes sociales circularon fotos de heridos de balas y de fuertes enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), David Matamoros, anunció que se concluyó con el escrutinio ordinario de los votos, pero que hasta ahora viernes confirmaría al ganador de los comicios, e hizo un llamado a la calma.
En su primer cómputo dado a conocer la madrugada del pasado lunes, el TSE daba una ventaja de cinco puntos al candidato opositor Salvador Nasralla, algo que para los expertos resultaba irreversible, pero el jueves, tras la caída del sistema de cómputo, los datos se revertieron para favorecer nada más y nada menos que al presidente Orlando Hernández, apareciendo «milagrosamente» a la cabeza con muy poco margen.
Nasralla denunció “fraude” y dijo que desconocerá el resultado electoral, mientras en las calles enardecidos simpatizantes de la coalición de izquierda se enfrentaban con las fuerzas de seguridad pública.
Anoche arreciaron las protestas, extendiéndose en barrios y colonias de la capital hondureña, Tegucigalpa, en donde reportaron un muerto y varios heridos debido a los choques entre manifestantes y fuerzas antimotines.
El conteo lento del Tribunal Supremo Electoral (TSE) beneficiaba al presidente Juan Orlando Hernández, del Partido Nacional (PN, derecha), con 42,92% frente al 41,42% de Nasralla, con el 94.31% de las actas escrutadas.
En las calles la presión comenzó a subir ante la larga espera por conocer los resultados. La policía usó gases lacrimógenos la madrugada de ayer para reprimir una protesta de seguidores de Nasralla frente al local donde el TSE recuenta los votos.
El presidente del TSE denunció que manifestantes intentaron romper el portón de acceso a los salones donde se revisan las actas y fueron reprimidos por militares. Hacia el mediodía, los simpatizantes de la Alianza de Oposición Contra la Dictadura, que postula a Nasralla, volvieron a ser dispersados con bombas de gases al enfrentarse con fuerzas de seguridad durante manifestaciones de protesta ante lo que consideran un fraude electoral.
En las redes sociales circularon fotos de heridos de balas y de los fuertes enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
Nasralla había llamado a sus seguidores a salir a las calles a defender lo que consideró su victoria y denunciar un “fraude”. Sus llamados fueron atendidos en media docena de ciudades, donde se bloquearon carreteras con la quema de llantas. La misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) urgió, en una nota enviada al presidente del TSE, “procesar la totalidad de las actas de cierre” y garantizar la “absoluta transparencia” del escrutinio.
Hernández, de 49 años, busca un segundo mandato amparado en un fallo de la justicia, pese a que la Constitución prohíbe la reelección.
Según El Libertador, militares hondureños han disparado a quemarropa a los manifestantes.