Imagen de la más reciente pesadilla de una sucesión devastadora de masacres, en el país que se ve así mismo como «el timonel en el reino de las ideas y del espíritu».
Cuando inició el tiroteo, la escuela estaba a punto de concluir su jornada educativa. El instituto Stoneman Douglas tiene más de 3000 alumnos, siendo uno de las más concurridos del condado de Broward, una zona urbana acomodada del área metropolitana de Miami. «Es una situación terrible, un día horrible para nosotros», dijo el director de escuelas del condado, Robert Runcie.
Estados Unidos (EU) es uno de los pocos países del mundo donde el derecho a portar armas está protegido por la Constitución, mientras la matanza de este miércoles de ceniza y día del amor y la amistad en Florida, exhibe nuevamente las consecuencias trágicas de que en EU haya casi tantas armas como su número de habitantes, y demasiadas personas con acceso a ellas dispuestas a jalar del gatillo apuntando contra sus semejantes.
En diciembre de 2015, el columnista del The New York Times, Nicholas Kristof, llamó la atención sobre cifras realmente aterradoras: 92 muertos por arma de fuego al día. Una persona cada 16 minutos, lo que significa 1,45 millones de muertes —por asesinato, suicidio o accidente— desde 1970, más fallecidos que en todas las guerras en las que ha estado implicado EU en toda su historia.
La Casa Blanca dijo este miércoles que el presidente Donald Trump fue informado sobre lo ocurrido: «Estamos siguiendo la situación. Nuestras condolencias y oraciones están con los afectados». Poco más tarde el mandatario reaccionó diciendo en Twitter: «Ningún niño ni profesor ni nadie más debería sentirse inseguro en una escuela estadounidense»
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